El amor conyugal no es de cuento de hadas. Está bañado en lágrimas y sudores, teñido de muchos grises e incluso casi ahogado en dramáticas tormentas, pero es capaz de salir a flote si no se abandona la entrega prometida.
Y es que el auténtico amor siempre aflora después del último naufragio, de esa turbulencia que nos exigió deshacernos de más lastre. Para, de este modo, reflotar con menos gravedad, con menos carga, con más estabilidad y mayor disfrute.
No es fácil la entrega y menos la aceptación del otro. Defectillos de Luis, que me hacían gracia de novios, se vuelven insufribles en ocasiones. ..qué dirá él de los míos ?, Pero todos: los suyos y los míos ... van dentro del paquete; por eso la cuestión es mirar a la unión que formamos, que se sitúa por encima de cada uno, y mejorar “trabajando” nuestra individualidad en favor de “lo nuestro”. Esta es la dinámica que nos acerca, que sustenta el vínculo dándole vocación de permanencia. Este amor se mantiene y acrecienta en la unión de los cuerpos que es reflejo de la entrega y aceptación de la totalidad del otro.
La conyugalidad exige mucho, compromete nuestra biografía, pero promete mucho, y los que llevamos algún tiempo - treinta años hará el 6 de noviembre- solo nos arrepentimos de no haber sabido dar más o aceptado mejor. Afortunadamente parece que aún nos queda tiempo para intimar más, para unir mejor.
Mejor explicado....IMPOSIBLE!!!
ResponderEliminarJopetas!!!!! que grandes sois los Roas!!!!!!!! y cuanto os echamos de menos!!!!!!
ResponderEliminarPor cierto...... darle mas vidilla al blog que tardáis mucho en poner otra entrada, y yo que os leo todos los días se me hace largo, He dicho!!!!
La verdad es que con el blog os siento mas cerca.
Un beso enorme a todos!!! sin dejar ni uno!
Lo has descrito muy bien. Un beso
ResponderEliminarEs cierto que a veces nos sentimos hundidos, pero son sólo rachas de fuertes olas que darán en breve paso a la calma...
ResponderEliminarQué bien te explicas!
Un abrazo
Gracias Maria Jesús. Estás para no variar, brillante.
ResponderEliminarMuy bien explicado, y aprovecha el tiempo
ResponderEliminarGracias por esta reflexión. Es alentador saber que quienes han vivido lo mismo que una vive, han consguido seguir adelante. Gracias por ser sinceros.
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