Contraer matrimonio es un acto de amor de máxima excelencia cuyo objeto no es tanto el amado cuanto la unión con él.
Para un paso así se requiere libertad y madurez porque quien no se posee a sí mismo o está sometido a vicios que le esclavizan no es libre para el matrimonio. El que no es capaz de cumplir sus compromisos tampoco debe casarse.
Los compromisos asustan. (no es extraño cuando se ven tantos fracasos), sin embargo la categoría de los hombres se mide por la calidad de sus compromisos y por la capacidad de cumplirlos.
Ser libre y no optar, no comprometerse es de cobardes. La cobardía de nuestra sociedad se debe a la cobardía de sus miembros. Vivimos en una sociedad de esclavos.¿Comprometemos nuestros sentimientos?: No, porque no dependen de nuestra voluntad. COMPROMETEMOS nuestros ACTOS.
Hoy entregué en la parroquia, por encargo de Fer, la documentación para las proclamas de su boda con Nuria. En la foto mis cuñados en sus bodas de plata celebradas recientemente
La gente me llama rara porque para mí el matrimonio es importante, no, yo no quería "arrejuntarme", no quería una "unión de hecho", yo, lo que quería "de hecho" era un matrimonio, un compromiso, firmado, rubricado, público y fehaciente. Miedito me dan los que dicen que no necesitan "papeles" para sentirse casados, no puedo dejar de preguntarme qué esconden para no querer asumir un compromiso formal.
ResponderEliminarSoy feliz estando casada, con sus momentos duros y los fáciles. Enhorabuena a tus hijos.
Lou
Vivimos en una sociedad de esclavos.
ResponderEliminarUff, esa frase me ha impactado¡
El compromiso que asumimos en el matrimonio es una de las cosas más trascendentales que podemos realizar en la vida.
ResponderEliminarRequiere perseverancia y, desde luego, la ayuda de la gracia.
Y por supuesto, estoy de acuerdo en que comprometemos nuestros actos. Pero no nos mantenemos unidos ‘porque sí’, como muchos detractores del matrimonio creen, sino que nos mantenemos unidos por el amor (que incluye la voluntad de amar), por el deseo de donarnos a nosotros mismos (es nuestra vocación), y de afrontar conjuntamente los desafíos que vayan surgiendo.