Estamos viviendo unos días muy intensos en que se mezclan festejos entrañables, finales de curso, despedidas, incluso reencuentros con amigos. Al calor de este "solecillo" veraniego nos hemos dado cita en nuestra casita de campo y nuevamente se ha llenado de bullicio… de niños.
Nuestro refugio está lleno de goteras, ha encajado mal los rigores de este invierno y la casita está necesitada de reparaciones urgentes. Sin embargo, cuanto más vieja es, más acogedora se hace. Se acumulan los recuerdos, algunos ocupando sitios destacados, otros, como restos de bicis o de pim-pones o futbolines arrinconados, se les respeta por su pasado glorioso. Los árboles y la hiedra han rebrotado con la fuerza de todos los años y el verde está deslumbrante. Todo el conjunto me ofrece una armonía con la que me identifico (que me identifica) y en la que descanso. Son más de veinte años de veranos alegres durmiendo entre esos árboles, años de aventuras con indios y piratas a la caída de la tarde. Me sabe a primavera que siempre retorna, a vida que no para de rebrotar
¿Ajada tú? ¡Anda ya! Si estás estupenda.
ResponderEliminarMe das envidia sana, porque tienes un “refugio veraniego” donde disfrutar, descansar y ordenar las cosas según su verdadera importancia. Yo no tengo un sitio así y tal como están las cosas creo que tardaré muchos años en poder tenerlo. Tengo “metido en el ojo” un lugar que huele a mar, a brisa, a sol y arena, que lleva tiempo a la venta, pero no puedo. Me conformaré con lo que tengo y lo disfrutaré con los míos que es lo que más me importa.
Un abrazo.
Tal como está el panorama solo nos quedan las casas.
ResponderEliminarLos últimos refugios.
Eso si no nos las quitan.
Besos.
Bueeenoooo! Eso de 'ajada', va a dar que hablar.
ResponderEliminarLa casa suena a lugar con mucho encanto. Que la disfrutéis. Un beso!
Me encanta "tu rinconcito".
ResponderEliminarY eso que no lo visité en persona, pero tal y como lo describes me identifico totalmente contigo.
Me alegro de sentirte tan bien anímicamente.
Un abrazo grandeeeeeeeeeee
Como en casa en ningún sitio, sin duda.
ResponderEliminarEspero que mi "lanzado" e-mail no te asustase, hace mucho que no te veo por Cartas a Los Míos. A veces creo que no tengo freno cuando voy tan lanzada... y no pienso mucho las cosas. Perdona.
Edurne.
Según veo, el clima sigue frío allí, ¿es verdad?
ResponderEliminarTambién tenemos casa en laplaya, pero es lejos. No la aprovechanmos tanto como quisiéramos.
Ajada...¡¡¡leches!!!!
ResponderEliminarUY Perdón es que me dio un ataque.
Insisto, necesitas mucho ariquitraun, traun, traun!!!!!bueno y algún mimito de tu Luis!!!
María Jesús, te recomiendo la tirolina. Mano de Santo!!
Sé que cuando te leemos, tan sólo percibimos, una pequeñísima parte de lo que sientes, pero aún así, estoy segura de que sabes que aunque la casa necesite reformas, te sientas cansada, aún no del todo recuperada y tántas y tántas cosas que se nos escapan, eres afortunada...
ResponderEliminarUn beso enorme, Mª Jesús. Gracias siempre por tus reflexiones y consideraciones: me hacen mucho bien.
da gusto siempre leerte.
ResponderEliminarsabes?, yo a menudo también me siento "dulcemente ajada" y no me importa, hay un punto en eso que me gusta.
(conste que he tenido el placer de ver a Mª Jesús muy de cerca y está hecha una cria!)
Yo tambien tengo un refugio necesitado de reparaciones, al borde del mar.Ultimamente lo visito poco, pero mis hijos van amenudo.
ResponderEliminarSi estar ajada es tener tu aspecto, yo quiero estar ajada.
Hola corazón... tus palabras son tan llenas de vida que dissipan mi enooooorme cansancio.
ResponderEliminarUn besito, cuidaros mucho
En esa casa está lo más auténtico de vosotros, estoy convencido. Felicidades
ResponderEliminarNo hay nada como reunirse en casa, todos los seres queridos juntos. Yo tengo dos casas. Esta y la de mi querida Espana, y a veces me inunda la nostalgia cuando veo tus fotos porque me recuerdan a los tiempos en que nos juntabamos todos y festejabamos asi, como tu.
ResponderEliminarDesde aqui, los veo hacerlo pero no estoy yo y aunque veo las fotos que me mandan no es lo mismo.
Teneis una suerte inmensa, permanecer juntos siempre y asi de felices. Porque lo contagiais!!!
Un fuerte abrazo.
"Cuanto más vieja es, más acogedora se hace"
ResponderEliminarHogar, dulce hogar!
Sarna con gusto, no pica!
Cuántos recuerdos, sin duda, escondidos tras esas paredes. Siempre he pensado que las cosas también tienen su alma y sin duda, la de esa casa, estará llena de amor y buenos rollos.
ResponderEliminarComo dice la canción, "tras de un duro invierno, una suave primavera"
y... qué importa si hay goteras, se pone un cubo debajo y listo.
Un beso para toda la familia, queridos amigos.