Dicen que en muchas casas un jamón dura un suspiro, pues en la nuestra no da tiempo ni a inspirar.
Tal ha sido su insistencia que para este puente que venían los mayores me decidí a encargar uno. Llamé a nuestro carnicero habitual que me ofreció escoger el mejor, y "si no sale bien me lo traes el miércoles y te lo cambio". Y así el sábado –estando toooda la familia en casa y algún invitado- llegó el jamón. Luis lo instaló en el jamonero y lo dejó en medio de la cocina, luciendo más que el árbol de Navidad.
El lunes por la noche –sin haber finalizado el puente- el jamón se había convertido en un escuálido hueso. Miguel lo ha metido en una bolsa y dice que va ir mañana a ver al carnicero para decirle que estamos en plazo y quiere cambiarlo porque salió mal (haber si cuela) o quizás... demasiado bien. Hoy los mayores se vuelven a Madrid ...
Y yo que no encuentro el misterio del jamón serrano....... Una lonchita bien, dos también, pero la tercera tiene que ser el mes siguiente como pronto.... ¡Me empachan!
ResponderEliminarPreferiría un gofre de chocolate gigante :D
Si.
ResponderEliminarSalió mal.
Se autocomió.
Jajajjajajjajajaja
Besos.
¿Has probado con un manojo de judías verdes colgando del techo...? Seguro que duran más...
ResponderEliminarQué tal la noche????
ResponderEliminarjaja, muy bueno, en casa al ser menos, nos decantamos por la paletilla que se acaba antes .
No creo que se lo cambien, jaja.
Besotes
Como tengo un poco de colesterol me han prohibido las grasas y el cerdito... pero de jamón de pata negra no me dijeron nada, así que cada vez que puedo le pego un tarascazo a la pata que la dejo temblando.
ResponderEliminarUna fantástica decoración navideña!! Por mal que vayan las cosas en España, siempre nos quedará el jamón… esperemos!!
ResponderEliminarJesusilla, en todas las casas tenía que haber siempre un bebé y un jamón jajaja
ResponderEliminarJajaja que bueno...
ResponderEliminarRecuerdo mi infancia en casa ( somos 8 hermanos), y los yogures de la nevera solo eran para los pequeños.
Hay que ver como nos apetece lo que no nos dejan comer!!!
Jamás duró un jamón dos primaveras...
ResponderEliminarOjala algún día pueda tomarme esa cañita con vosotros o que vosotros podáis tomárosla conmigo.
Un beso.
¿De qué me sonará a mí esta historia?
ResponderEliminarCasualmente acabamos de rematar el jamón que viene en la cesta de navidad de Jose Manuel, nos ha durado ¡¡¡tres dias!!! Mañana irá directo a la olla, espero que salga un buen caldito. Besos.
mi hijo javier siempre pide un jamón para que se lo traigan los reyes y el mayor cuando ya no queda ni las uñas, lo lleva a trocear y lo hace sopa.... jajajaja
ResponderEliminarbuen día mi querida amiga
totalmente de acuerdo con"teresa cabeza", deberían ser obligatorios siempre en una casa; un jamón y un bebé.jaja
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Jajajajaja, que bueno. Hace un par de fines de semana estuvimos en Arcos, un cliente nos invitó a uno de sus apartamentos turísticos, a nuestra llegada el viernes, había una paletilla de jamón ibérico, en una cesta junto con otros productos, el sábado se colaron unos amigos que andaban por allí. A media tarde del sábado no había paletilla, jajaja es que estas niñas son devoradoras de jamón. Un besote muy fuerte para todos.
ResponderEliminarBuenas tardes, María Jesús,
ResponderEliminarTe he conocido a través de Borja y "sucovadonga" y aquí tienes una nueva fan.
Felicidades por tu gran familia y muchas gracias por todo, por todo lo que compartes con nosotros.
"Sólo" tengo dos hijos y creo que nos quedamos aquí, tengo mucho miedo a sufrir y leer tu blog me ha ayudado mucho, por lo menos, a relativizar las cosas y a darle importancia a las cosas realmente importantes.
Con dos, todavía tengo tiempo de planchar puntillitas, la vida ya me ha enseñado que eso no es lo más importante, aún así, me ha encantado cómo me lo has contado tú.
Mis dos soles nos llenan de felicidad pero es una pena, todavía no compramos jamones enteros porque se pondrían malos...
Te seguiré. Encantada de conocerte.
jajaja muy divertido!! me imagino el jamón colgando...
ResponderEliminarclaro! cómo va a durar???!!!!!
muy bueno!!! acá también hay jamón, gracias a los inmigrantes españoles, pero... resulta un poco costoso, casi un lujo!
Besos!!
En esa casa hay buen apetito, o bien el jamón era pequeño, o había demasiados comensales.
ResponderEliminarTodo bien. Yo estoy con Luis en ir a la carnicería y que os den otro nuevo-solo de prueba,claro-
Un beso.
Luisa
Has dicho que sois 10 en casa. Siento echarte al suelo las expectativas, pero mi hermano pequeño, en un finde se zampó uno que sólo le habían cortado dos lonchas.... el chaval no salio de la cocina en todo el fin de semana... mi abuela flipaba....bueno flipabamos todos.
ResponderEliminarEn fin así son los niños!
Un abrazo
ja,ja,ja...
ResponderEliminarNo me sorprende. En mi casa un queso entero no duraba ni lo que tardábamos en descargar la compra!!!
A mi hija le chifla y, con tres años le trajeron los reyes en casa de su tía una "patita de cerdo"..
Cuando ella no iba todavía al colegio y me iba ahacer la compra preguntaba ¿necesitaís algo? y ella se asomaba del fondo del pasillo y me decía: "una piernecita de cerdo, por favor"
Es verdad que son muy decorativas...
En Hipercor hubo una oferta que si comprabas un palata de jabugo te regalaban una de cebo. No sé siseguirá
a mí me encanta el jamón, pero hasta que no vuelva a casa no hay forma, bueno, me conformaré con oír de él.
ResponderEliminarYo quiero una tacita de caldo calentito por favor, porque supongo que al final el carnicero os lo habrá troceado. Jo, todo lo que sea de nuestro jamón... como bien dice Elige, ¡siempre nos quedará el jamón chicos!
ResponderEliminarMuchos besos mi niña, i miss you!!
Luis, un abrazo muy grande.
Ante todo un saludo a Miguel, y a ti también. No es gratis, porque he sonreído desde dentro recordando mi infancia, el jamón, la lata de aceite "Carbonell" y a mi abuelo.
ResponderEliminarEs curioso cómo tanto tiempo pasado se transforma en un instante; dejando lo malo a un lado y revive sólo lo bueno. Sois buena onda, gracias!