jueves, 3 de diciembre de 2009

POESIA

Ayer un poeta explicaba que la poesía es como un puzle de palabras en el que a veces, ellas solas, de repente y al azar, se sitúan componiendo una imagen perfecta, armoniosa, rítmica, que no podía escribirse de otra manera. Esa poesía está tan fuera del autor que él mismo es el primer sorprendido de su existencia

Siempre me ha gustado la imagen del puzle aplicada a la vida y pensé que también nosotros somos poemas (un puzzle de palabras). Escribimos nuestra vida con versos armoniosos si encontramos las palabras adecuadas. Nuestras palabras tienen vida propia y podemos estropear el ritmo, la cadencia en ese empeño de componer una estrofa forzada.

Es cuestión de parase a escuchar incluso lo que no gusta oír y aceptar que tome vida la inspiración; esa inspiración es tan breve que al instante se evapora antes, incluso, de que te propongas reconsiderarla. El miedo a veces me ha jugado malas pasadas pero la vida me está enseñando que en el destino de cada uno está la mayor delicia y se acierta solo en la inspiración, en la inspiración meditada, aceptada, en el dominio del impulso para dar vida a nuestra vida, la pensada para nosotros desde siempre. Me parece maravilloso, impresionante que hayamos sido llamados por nuestro nombre desde la eternidad ... para la eternidad. Presiento que mi nombre tiene que ver con un niño entre los brazos, con unos brazos que se extienden en un abrazo eterno... no sé... me estoy perdiendo...



10 comentarios:

  1. Ohh! bellísimo post MJ.

    Luego nuestro TORO podrá confirmar como sale la poesía.

    Lo del abrazo eterno es maravilloso. Dios nos ha llamado por nuestro nombre desde la eternidad para abrazarnos.

    Besazo grande.

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  2. No creas que te has perdido, tus palabras te han llevado justo donde querías llegar. Siempre que visito este blog me encuentro con algo que necesitaba oir, y hoy precisamente necesitaba oir esto. Muchas gracias.

    Un beso.

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  3. Esa es la gran pregunta Guerrera.

    Creo que nadie lo sabe.

    Un novelista elabora una estrategia para escribir una novela y si es constante llegará al final. Desarrollará personajes, situaciones, etc. y con mayor o menor fortuna la finalizará.

    Obviamente un poema es mucho más corto. Nada que ver.

    En el poema no valen estrategias de ningún tipo.

    Entonces, como se escribe?

    No he encontrado la respuesta todavía.

    A veces, cuando tengo tiempo, me digo voy a escribir un poema y me he puesto a escribir y nada, nada de nada, por mucho que lo intente no sale nada que me guste.

    Ahora ya lo sé y no lo intento.

    En cambio otras veces tengo que buscar papel y bolígrafo corriendo para plasmar lo que siento. Es como una explosión de duración indeterminada y sobre todo imprevista.

    Creo que no me estoy explicando bien, quiero decir que te puede ocurrir andando por la calle, viendo una película, leyendo un libro o escuchando música.

    De repente nace un sentimiento que te afecta y que a veces merece la pena intentar plasmarlo en un poema.

    Al poeta José Hierro le preguntaron en una entrevista sobre esto y respondió que "la poesía se escribe cuando ella quiere".

    Para mí es la definición más ajustada al proceso de creación de un poema.

    No lo decides tú conscientemente. Imposible. No saldrá un poema, saldrá una mentira deplorable.

    Y también pienso, ya acabo, que una cosa es escribir poesía y otra es ser poeta. Uno puede ser poeta sin escribir un poema jamás.

    Porque por los motivos que sean tiene una sensibilidad especial. No digo que sea bueno, sino que ocurre.

    Y también creo que esa sensibilidad tiene más de sufrimiento que de felicidad.

    A mí me tildáis y con toda razón de triste, decepcionado, etc., y si, lo soy, al principio casi que me acomplejaba tanta gente compadeciéndome. Ahora ya no. Sé que eso venía con mi pack genético.

    Si uno lee poetas consagrados comprueba que la mayoría de sus poemas son así.

    Claro que tienen también algún poema alegre y optimista, pero son una minoría.

    Besos.

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  4. Preciosa tu entrada. Me gusta pensar que hemos salido de las manos de Dios para volver de nuevo a Él, pero no solos: con nuestra familia y la gente que nos rodea.
    ¡Buen finde!

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  5. No te has perdido!
    Te has encontrado!


    Yo te entiendo...

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  6. Son pensamientos plasmados al papel y que componen algo bello, llamemosle Puzzle o sentimientos compartidos.
    Me encantó M Jesús.
    Besos

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  7. Yo también te entiendo...

    La explicación de Toro no tiene desperdicio.

    Un abrazo!

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  8. Tienes un regalo de Navidad en mi blog. Si lo quieres pasa y cogelo y SUERTE, que la tuya es la mía.

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  9. Aunque trate de otro tema, me ha llegado una copia de esta "Carta al Director" y no puedo dejar de compartirla.



    "Señor director:

    Le escribo para denunciar la presión social que existe hoy en día en la sanidad española para eliminar protocolariamente a todos los niños con Síndrome de Down. La he vivido en primera persona.

    Estoy embarazada de 17 semanas. En la semana 12 de embarazo el doctor me prescribió una ecografía de alta resolución dirigida a conocer el estado del niño. Acudí a la ecografía y, al entrar por la puerta, para evitar situaciones incómodas, le comuniqué a la doctora que me iba a quedar con el niño fuera normal o no, viera lo que viera. Al acabar el examen sonográfico me dijo: “tienes un riesgo muy alto de Síndrome de Down: 1/153”. Le contesté que ya lo sabía porque tenía 40 años, y que, a pesar de todo, mi riesgo por edad se había reducido a la tercera parte gracias a su información. Me repitió, mirándome con cara muy seria, “tienes un riesgo muy alto, tienes que hacerte una amniocentesis”. Le contesté que no le veía el sentido si yo me iba a quedar con el bebé. –sabiendo que el riesgo de aborto involuntario en la prueba es de 1/100, aunque ella no me lo advirtió- Me miró de nuevo como si mirara a una loca. Y le contesté, ¿qué quieres? ¿que lo mate? Dio un salto en la silla -lo correcto es interrumpir-

    En estas semanas he entrado en Internet, en foros de mujeres, y he visto con desolación como “el protocolo” lleva a que cuando el riesgo de que el bebé tenga Síndrome de Down es superior a 1/250 se considera riesgo alto y se prescribe una amniocentesis para así saberlo con certeza. En la amniocentesis muere 1 de cada 100 bebés – el 99% sanos-. Los que sobreviven a la prueba, si tienen Síndrome de Down, son exterminados en un 93% de los casos.

    El argumento reiterado de estas madres para matarlos es el evitarles una vida llena de sufrimientos. Pienso yo que el mismo argumento serviría para eliminar a los enfermos mentales, a los minusválidos y a los deprimidos.

    Mi pregunta es ¿podemos decidir qué vida merece la pena ser vivida?. ¿No escondemos un egoísmo en estos argumentos para no querer afrontar una realidad dura? aunque posiblemente no más dura que las muchas contrariedades “inesperadas” o “no programadas” que seguro nos tocarán a todos.

    He comprobado con tristeza que una gran parte de la sociedad piensa que sí tenemos ese derecho y hasta niveles extremos “Más vale niño sano muerto que el que sobreviva un sólo niño con Síndrome de Down”. Basta el que una ley nos lo permita. No, no es Zapatero, ni Pajín, ni Aído, son casi todos. Ellos son solo los cómplices necesarios a cambio de unos votos.

    Mi dolor no es porque mi hijo pueda tener esa enfermedad. Ya le quiero con toda mi alma. Si no porque tengo que defenderlo de un sistema organizado y sistemático para su exterminio. La nueva Ley del Aborto no establece ningún límite temporal para acabar con estos niños. Hasta el último día del embarazo podríamos matarlos. Esta sociedad está más enferma que la sociedad alemana que tragó con las leyes de Hitler de eutanasia sistemática de los ancianos y enfermos mentales y que llevó al genocidio del pueblo judío.

    Yo sólo puedo denunciarlo. Con esta lógica decidiremos la eutanasia de nuestros mayores, de nuestros hermanos enfermos, o de los desvalidos en general, cuando consideremos que su vida ya no merece la pena ser vivida. O no, porque ellos votan, habrá que quitarles primero el voto, claro. "

    LPD

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  10. Espero que no sea nada y que hoy puedas, al menos, dar alguna que otra cabezada, porque dormir, dormir, sé que no podrás.
    Recuerdo mis noches recostada al lado de los niños cuando estaban enfermos, sobre todo de la primera, tocandole la frente a cada momento a ver si la fiebbre subía.
    Mi ánimo para tí.
    Un besazo
    ( Copiado de mi blog para que no tengas que ir a leerlo allí.

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