Ha sido un verano intensísimo. En cuanto recupere el aliento y la conexión a internet rememoraré las experiencias de Medjugorje, de la playa y, sobre todo, de la boda.
He aprendido una vez más que no hay que preocuparse por anticipado y que pocas cosas son y suceden como imaginamos. Hace poco más de un año Luis comenzó a imaginar las bodas de nuestros hijos que ya se veían venir, a agobiarse por el desembolso, por cómo hacerlo, dónde, a quien invitar ..
Pues bien, en ocho meses se han casado dos de nuestros hijos y el borrador de invitación que hace un año Luis se aventuró a redactar resulta ahora ridículo, sobre todo porque ¡invitábamos nosotros –los padres-¡ pensando que la celebración era nuestra responsabilidad, nuestro evento.
Y no, hemos descubierto que la boda era la suya -se casaban ellos- Ellos eligieron la Iglesia , suya fue la organización, suyos los invitados, incluso suyo fue el dinero.
Me ha encantado descubrir mi papel de colaboradora, y he perdido el miedo a algo más, a mucho más.
¡Felicidades a los novios y el resto de la familia!
ResponderEliminar¡Qué guapos!
¡Enhorabuena a ti y a toda tu familia, en especial a los novios! Les deseo, os deseo, muchos años de caminar juntos de la mano, de felicidad y comprensión, de empatía. Un abrazo, Mª Jesús.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
ResponderEliminarPaso por saludar y darte mi enhorabuena.
ResponderEliminarMe acordé de vosotros cuando salió en la tele el incendio de León. Demasiados incendios, demasiado poca mano dura. Nos estamos deshumanizando a pasos inmensos
Un abrazo, amiga