Hace diez días que llegamos al Montico y hemos celebrado las fiestas que teníamos pendientes. Desembarcamos con dos cachorritos de braco, que alegran la estancia en la misma medida que la complican. Este año no hay Cádiz (la crisis).
Nada más llegar celebramos la fiesta que había prometido a mis niños de catequesis. Me lo pasé genial y ellos también, todos se portaron muy bien. Voy a echar mucho de menos a mis niños.
Me costó superar la pereza, el cansancio del traslado, las disculpas de ¿quién me manda a mí?... ¡bastante tengo ya...!. Tuve que recurrir a la memoria histórica, recordar que todo es más sencillo de lo que imagino y sobre todo que compensa contemplar la sonrisa de los niños.
No son necesarios regalos, piñatas, globos ni preparar un festín. Los niños se sienten más cómodos en un ambiente sencillo y responden mejor si estas dispuesto a divertirte con ellos.
Me parece reconocer a mis sobris en la foto, jeje.
ResponderEliminarLa foto es un poema. Tienen caras de pasarlo realmente bien. Creo que puedes estar muy tranquila :)
ResponderEliminarUna gran familia, enhorabuena, que descaseis mucho.
ResponderEliminarCon todo cariño