El mensaje del Papa en Milan está en los medios de comunicación, pero la experiencia de vivirlo, la borrachera que pillas estando allí, no, imposible. No se puede trasmitir la emoción que despierta ese cuerpo a cuerpo entre peregrinos, el estar en ese caldo de cultivo, el ver la vida que brota en ese momento.
Hay que ir, hay que estar, hay... que volver
Nos unimos a la Archidiócesis de Madrid que consiguió una estancia razonable. Me impresionó la dedicación incondicional de los organizadores y la respuesta del grupo. Prácticamente nadie conocía a nadie y cada uno era de su padre y de su madre, pero todo fue sobre ruedas. Solo teníamos en común "esa cosa" por estar allí, pero con "esa cosa" sobró para que disfrutasemos juntos, para enriquecernos los unos de los otros.
Gracias Olga, Gracias Pablo, gracias ... a todos
¡Qué suertaza y qué envidia!
ResponderEliminar¡Gracias por contarlo!
Me alegro tanto por vosotros... Aquí sin parar con el fin de curso, y viajes a Murcia a cerrar una etapa y a Granada a abrir otra.
ResponderEliminarUn besote, amiga.
Que alegría me dio veros!!!!!!! que guapos estáis!!!!!! y cuanto os queremos los Blanco!!!!!
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