Ya han vuelto las oscuras golondrinas (me da igual que no sean las mismas), la hierba ha crecido hasta más arriba de la cintura, León luce su cielo azul más intenso y el cuco ha cantado tan alto que la primavera parece que revienta de alegría.
Hemos salido a su encuentro, a empaparnos de ella. Nos metimos por los parajes más inaccesibles, a comprobar ese retorno de la vida que siempre nos enseña la naturaleza. Un chapuzón de frescura lejos del agobiante calor del asfalto y de los asfixiantes telediarios.
La vida no cesa de brotar nueva por mucho que nos empeñemos en emponzoñarla
Por las fotos, verdaderamente en León si que brota
ResponderEliminarTarararaaaa ( música de Indiana Jones) jaja. Qué espesura...
ResponderEliminarEstás muy perdida.
:(
Espero que todo bien.
Besos
Que alergia, entre tanta gramínea. Disfruta tú que puedes. Saludos.
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