miércoles, 20 de octubre de 2010

La ultima vez

Agradezco mucho los elogios que a veces oigo de mis hijos, especialmente por los ánimos que recibes para seguir luchando.

Pero quiero agradecer un comentario que -entre elogios- me hizo ver como tiendo a fijarme demasiado en las cosas negativas de mis hijos: en las tazas sucias del desayuno abandonadas en la mesa, los bolígrafos repartidos por toda la casa, la ropa esparcida encima de la cama, todas las luces encendidas, etc, etc. Y por lo que, quizás me queje demasiado.

Esto me está pasando últimamente

"Las reuniones de familia" que celebramos las mañanas del domingo para dar una pequeña catequesis, comentar incidencias, repartir encargos, proponer proyectos ..., no tienen la frescura de hace veinte años; entonces siempre encontrábamos motivos para corregir con ilusión y buscábamos la manera de animar los buenos comportamientos. Hoy, la maquinaria está desgastada y hemos perdido fuelle... Los mayores son quienes lo echan de menos. ¿Cuando fue la última vez que dormimos en el coche? me preguntaba uno de ellos, recordando la de veces que lo hicimos siendo todos niños. O ¿cuando pusimos el último Belen de cumbres nocturno? Y es que empieza haber tantos ¿Cuando fue la última vez que...? que tiemblo por tanto tiempo desde “la última vez”.

Hemos pasado de darles caña hasta agotarles, a agotarnos antes que ellos se cansen.... Me da mucha pena perder aquel vigor y me viene a la mente Nexus-6 (en la película Blade Runner) clavándose un hierro en la mano pretendiendo que el dolor le mantuviese activo -apurar más la vida- antes de que se le agotase su tiempo... antes de "la última vez".

14 comentarios:

  1. Es genial esa foto Mª Jesús!!!!!. Tengo muy abandonado mi blog... pero entro todos los días a leerte y releerte.

    Un beso

    CECI

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  2. A veces me parece que te exiges a ti misma lo que no te es exigible. Te esfuerzas porque todo sea perfecto, y lo haces para los demás, no para ti. Pero no te responsabilices de lo que no es tu responsabilidad, o al menos no solo tuya.

    Esas preguntas de “¿Cuándo fue la última vez que…?” son una mirada al pasado, un echar de menos lo que ya no está. Pero eso no es porque tú hayas perdido la ilusión por las cosas, sino porque TODOS perdéis el empuje con el tiempo. Eso es normal, sois humanos y la repetición cansa, así que se van dejando de hacer algunas cosas para hacer otras.

    No quiero meterme en tu vida ni soy el más indicado para dar consejos, pero permíteme una sugerencia. A lo mejor ha llegado el momento de cambiar esas “reuniones en familia” por otra manera de estar juntos, por otra manera de hacer lo mismo pero diferente. A veces, simplemente cambiando de lugar, cambiando de manera de tratar las cosas o invitando a alguien más, se consigue que se recupere la ilusión. O puede ser que ya se haya agotado una etapa y haya que empezar otra.

    Te pongo un ejemplo de lo que digo: cuando estaba estudiando en la facultad, tenía un grupo de amigos y todos teníamos inquietudes religiosas. Por iniciativa de dos de ellos, decidimos comenzar a reunirnos cada cierto tiempo para hablar de temas morales aplicados a nuestra vida, siempre dirigidos por religiosos para que nadie se desviara de la onda correcta. Nos sirvió de mucho, el círculo de gente se amplió, surgieron incluso proyectos sociales. Con el tiempo, la fórmula se agotó y los amigos fuimos separándonos porque la terminar los estudios cada cual regresaba a su ciudad de origen. Esa ilusión del principio no se perdió del todo, uno la recuperó al entrar en el seminario, otros montaron en sus ciudades grupos de oración u organizaron equipos de ayuda a los necesitados en sus parroquias, y otros entraron en organizaciones de carácter religioso, cada cual según su carisma (unos en el Opus, otros en los Kikos, etc.). Es simple evolución, pero no se puede intentar hacer permanecer en el tiempo algo que ya se ha agotado, sólo se consigue cansancio.

    Espero que te valga de algo y perdona por la extensión del comentario.

    Un abrazo.

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  3. Pensaba hacer un comentario. Pero después de leer a Interruptor, me callo, pues él lo ha dicho de forma inmejorable.
    Sólo te digo que supongo que con una familia tan numerosa, donde has pasado ya por todas las etapas posibles, es normal que empiece a haber cansancio. Todo en la vida tiene su momento. Tan sólo pienso en la más pequeñaja... ¿se llamaba Ana? ella también querrá disfrutar de todo y no sólo vivir de los recuerdos de los mayores. En todo caso, ella también es una privilegiada. Y tiene su vida, sus tiempos, su... todo. Que está claro que no coincide con los comienzos de la familia, pero eso también será una suerte, en otros sentidos.
    En todo caso, no os canséis de hacer planes tan originales y divertidos. Desde luego, os empeñásteis en acumular recuerdos y podríais escribir un libro de memorias, qué suerte!!!

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  4. creo que te exiges demasiado a ti misma.

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  5. por cierto, disculpa el atrevimiento de mi comentario anterior.

    demasiado brusco.

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  6. Entro por aqui la primera vez, solo decirte que te comprendo tan bien...yo tengo menos hijos que tu -creo- cuando dices lo de las ropas, el desorden...y demás cosas me veo yo ahi, pierdo muchas veces el animo por esas tonteras...y me ha servido leerte para darle la importancia justa.
    Un animo muy grande desde aqui para que empieces el dia como si fuera el unico, yo lo intento todos los dias pidiendole ayuda al Señor.
    un abrazo y encantada de entrar en tu blog.

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  7. Mi comentario anterior sirve igual para este post. LLegar a meta. No quedarse atrás, ni pasarse de largo. A veces todos, no sólo tú, nos planteamos si hacemos suficiente...
    Seguro que sí de acuerdo a las posibilidades del hoy y el ahora, y no del ayer.
    Un abrazo, amiga.

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  8. Ay, ay, ay... Yo aprendo cada vez que paso por este blog!

    De todas formas, y perdona que me meta donde nadie me llama, por lo que cuentas en otras entradas (viajes, visitas a santuarios, escapadas al campo, celebraciones familiares multitudinarias...), no me parece que la máquina esté desgastada para nada.

    Por el contrario, yo me siento cariñosamente interpelada cada vez que paso por aquí. Un beso, Mª Jesús!

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  9. Glup! acabo de leer en vuestro perfil que teneis 10 hijos! maravilla de las maravillas, ese "creo" que te he puesto borralo! ja ja.

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  10. ANTE LA TENTACIÓN DE DEJARSE VENCER POR EL CANSANCIO:

    ¡Madre Inmaculada! ¡Qué no nos cansemos! ¡Madre nuestra! ¡Una petición! ¡Que no nos cansemos!

    Si, aunque el desaliento por el poco fruto o por la ingratitud nos asalte, aunque la flaqueza nos ablande, aunque el furor del enemigo nos persiga y nos calumnie, aunque nos falten el dinero y los auxilios humano, aunque vinieran al suelo nuestras obras y tuviéramos que empezar de nuevo… ¡Madre querida!... ¡Que no nos cansemos!

    Firmes, decididos, alentados, sonrientes siempre, con los ojos de la cara fijos en el prójimo y en sus necesidades, para socorrerlos, y con los ojos del alma fijos en el Corazón de Jesús que está en el Sagrario, ocupemos nuestro puesto, el que a cada uno nos ha señalado Dios.

    ¡Nada de volver la cara atrás!, ¡Nada de cruzarse de brazos!, ¡Nada de estériles lamentos! Mientras nos quede una gota de sangre que derramar, unas monedas que repartir, un poco de energía que gastar, una palabra que decir, un aliento de nuestro corazón, un poco de fuerza en nuestras manos o en nuestros pies, que puedan servir para dar gloria a Él y a Ti y para hacer un poco de bien a nuestros hermanos… ¡Madre mía, por última vez! ¡Morir antes que cansarnos!

    (Del Bto. Manuel González – Obispo de los Sagrarios Abandonados)

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  11. Bueno, supongo que es normal, no hay que darle más vueltas. Y también normal que de pena o se eche de menos...

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  12. Que imagen la de Nexus 6...
    Es una de las más impactantes que he visto jamás.
    Me ha emocionado siempre.

    Besos.

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  13. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

    El que creíamos que era malo, era bueno. El dolor es benévolo; a su debido tiempo.

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  14. Sois maravillosos, y es maravilloso que existáis. Jamás he conocido a nadie que dé tanto a su familia y que encienda tanto a los demás para seguir vuestro camino.

    "Venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados...". No somos máquinas cielo.

    Te quiero. Mucho ánimo!!!

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