La pregunta que hace Andrés me la he hecho yo en muchas ocasiones. ¿Qué necesidad tenemos de viajar para encontrarnos con Quien está en todas las partes?, si además donde realmente debemos encontrarle es en nuestra intimidad.
Lo cierto es que después de cada encuentro de la juventud con el Papa, después de cada romería a Fátima, de los múltiples Caminos a Santiago, de los viajes a Medjugorje, Luis y yo descubrimos un nuevo filón donde aplicar nuestros esfuerzos, y también perspectiva para deshacernos del mucho lastre acumulado.
... y necesito renovarme.
No se trata de tomar unas vacaciones o de huir, al contrario, necesito salir al encuentro, recibir “buenas nuevas” para romper los fetiches que estaba construyendo de mi misma y liberarme de esas ideas parásitas que se van filtrando y se proponen regir el comportamiento.
Por eso varias veces al año nos convertimos en peregrinos, dejamos las comodidades de casa, la seguridad de las rutinas... "reseteamos" y enfocamos hacia ese punto de encuentro que nos convoca, porque te ilumina cuando lo miras, porque está en lo alto, porque te llama....
Lo que encuentras, a veces, es más de lo que esperas. Y "los hombres grises" se convierten en lo que son: humo.
Aconsejo la lectura de "Momo" de Michael Ende
Si, a mi tambien me ocurre, lo que siento es no poder hacerlo más a menudo
ResponderEliminarLas excursiones con la familia pueden hacerse repetidas veces, sobre todo en verano; pero una vez al año viene muy bien retirarse a solas con Dios, hacer un curso de retiro espiritual, y ahí es donde se cargan las pilas para el resto.
ResponderEliminarSe lo recomiendo a todos.
Es todo un misterio.
ResponderEliminarYo no tengo la respuesta, pero para mí es mucho más fácil hablar con Dios en un lugar elevado, me inspira más que cualquier otro lugar.
No tiene que ser muy alto simplemente un cerro es suficiente, es más ni tiene que ser tan siquiera bello ese.
¿Por qué? no lo sé.
También Jesús tenía predilección por subir al monte a orar.
¿Por qué? no lo sé.
Quizás por la soledad, un monte no es un lugar cómodo para caminar, y los bullicios, pueblos ciudades o personas sueltas de la época andaban más por las zonas llanas. Otra cosa no se me ocurre.
Para mí nada como la soledad, en la naturaleza, y elevado.
Alguien de la New Age dirá que tiene una explicación de este tipo: "es que las ondas que nos envía el dios cósmico se captan mejor en la alturas, al igual que cualquier antena de tv, radio, de móvil..."
Pero ya sabemos que la New Age es una mentira, incluso algo mucho peor.
Es lógico pensar que algunas gracias especiales se conceden en santurarios marianos donde la Virgen se ha aparecido.
Si Ella ha mandado construir una iglesia allí (que por algo será) y quiere que vaya la gente, qué mejor para que la gente vaya que conceder gracias especiales en esos lugares expresamente.
Particularmente en mi experiencia he conseguido ciertas gracias en lugares santos que pedidas en lugares que no lo son, no me han sido concedidas.
Pero ya digo que no tengo la respuesta a por qué sucede eso.
Efectivamente un mayor recogimiento suele haber,aunque también es bueno eso de romper con las rutinas.
Pero aquí nos planteamos nuevamente la famosa pregunta:
"¿Qué vino primero, el huevo o la gallina?"
Es decir, ¿hay mayor recogimiento en esos lugares porque están ungidos,o es al revés y al ir con una mayor predisposición por nuestra parte al recogimiento sacamos mayores beneficios independientemente del lugar al que vamos?.
Personalmente opino que aunque la segunda parte de la pregunta tiene mucha verdad y que retroalimenta a la primera parte, en mi opinión ya digo, es que esos lugares benditos, ungidos por Dios, o la Virgen María son lugares donde de una forma intrínseca se obtienen mayores benenficios esperituales en general y/o por consiguiente se obtienen más y mayores gracias.
Personalmente estoy muy a favor de las peregrinaciones y las recomiendo.
Me gustaría tener esa capacidad de 'resetear'. A veces, me resulta imposible. Comprendo que lo que hacéis va mucho más allá de una excursión. Os convertís en peregrinos. Pero para eso no basta con desplazarse. Es necesario llevar también ese espíritu, para poder comenzar y recomenzar una y otra vez.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y bienvenidos! Me encantan las fotos.
"Pide y se te dará, busca y encontrarás, toca y se te abrirá, porque todo aquel que pide se le dará, todo aquel que busque encontrará, y todo aquel que toque se le abrirá" Mateo 7:7
ResponderEliminarCuando buscar no es haber perdido, cuán goce es rencontrar.
Tengo un sitio a donde necesito ir regularmente para poder "resetear".
ResponderEliminarSi tardo mucho en ir , me ahogo.
En Lourdes encuentro aire y luz, oración, caridad, ayuda al prójimo. La Madre y el Camino
Y aunque a la vuelta los problemas siguen allí, ya todo es distinto
Gracias por compartir el post
El peregrinar no es sólo viajar. El propio viaje es lo importante, mucho más que el destino. El encuentro no se produce al llegar a Santiago, a Roma o a Medjugorje, el encuentro se produce por el camino. El camino es, en sí mismo, una forma de oración y de encuentro son El Señor.
ResponderEliminarEsos encuentros son necesarios para recuperar la visión del mundo que se nos va deformando a medida que pasa el tiempo.
Igual que Nicolás, recomiendo los cursos de retiro como forma inmensamente fructífera de encuentro y de recuperación de la perspectiva. Pero una sola vez al año puede ser insuficiente, así que es una buena costumbre el hacer pequeños retiros mensuales de un par de horas de meditación y oración para que las cosas no se desvíen demasiado de su lugar.
Totalmente de acuerdo con interruptor, el retiro anual es estupendo pero insuficiente, el mensual de un par de horas es indispensable.
ResponderEliminarAñadiría que la misa semanal también es insuficiente, aunque sea una sola más intercalada en la semana es algo que puede ser muy placentero espiritualmente, hay 5 días para elegir el que mejor nos venga.
Diaria si es posible, mejor que mejor.
Yo creo que la finalidad de una peregrinación es encontrarte con QUIEN te espera. Estoy segura de que aprecia tu esfuerzo porque has tenido que visitarle en otro lugar.
ResponderEliminarY además hay lugares especiales para convocarnos a todos los que buscamos juntos.
Cuando el testimonio de Marija en Madrid, no fui a ver a la Virgen fui a ser vista por Ella.
Me encontré con una multitud que hacía lo mismo. Estuve feliz.
Una peregrinación es eso cuando te cansas y parece que todo sale mal. No es hacer turismo perfecto.
Un abrazo
Buenísimo...
ResponderEliminarUn abrazo.
(Acabo de leer tu comentario, justo ahora. ¿Sabes que llevo todo el día con esa frase, precisamente ésa, en la cabeza? Gracias por tu cariño. Lo valoro inmensamente. Eres muy generosa con tu tiempo. Sé que no te sobra. Gracias. Un abrazo.)
ResponderEliminarP.D. Puedes borrar el comentario cuando lo leas: no tiene tánto que ver con tu entrada, pero quería que te llegara directo. ¿... O sí, tiene que ver? ;-)
desde luego a ti de lo que jamas te podrán acusar es de no haber "buscado". ¡eres infatigable!
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