martes, 15 de junio de 2010

DERECHO


No soy depresiva, menos mal, pero estoy profundamente decepcionada. Y es que últimamente solo veo como se manipula la ley.
Estudié derecho porque me pareció una apasionante aventura buscar la justicia, interpretar las normas, adaptándolas a lo que debe ser, a lo que realmente "es", teniendo como guía los Principios Generales del Derecho: el Derecho Natural (asignatura que estudié en primero de carrera, …¿la habrán suprimido?)
En Derecho Natural estudiábamos que Ley Natural debe dar sentido y orientar al derecho positivo (leyes aprobadas por el parlamento). La Ley Natural está constituída por las verdades más inmutables y, en base a ella se distingue lo que es bueno (solidaridad, laboriosidad, …) y lo que es malo (robar, mentir…) y esos principios se proponen como valores referentes a todo derecho positivo. Es una Ley incuestionable porque está impresa en nuestra naturaleza, obliga a todos los hombres, (incluidos gobernantes y parlamentarios).
En los últimos años el derecho positivo se va prostituyendo porque se va desligando del Derecho Natural y se está convirtiendo en una especie de mapa de carreteras en el que lo que hoy está prohibido mañana puede que no, y al revés ( depende de la ordenación de carreteras del grupo en el poder). Los valores objetivos se van desdibujando, y la justicia se identifica con una una formalidad que solo exige guardar las apariencias, cumplir ante una ley sin norte (…provisional)
Lo estamos comprobando, el derecho ya es un mundo de diseño al servicio de un grupo de hombres mejor o peor intencionados, pero siempre sometidos a la voluntad del poder y de sus intereses, Eso es lo que hemos conseguido al desprendernos de toda norma objetiva.
He estado ausente una temporada porque llevo unos días aprendiendo a vivir en este decorado, a suspenderme en el aire, a luchar, entrenándome para correr y llegar a tiempo de coger el teléfono que me conecte con el mundo real. Vivir en este mundo exige un esfuerzo añadido, un mantenerse en forma para no renunciar a la verdad.

13 comentarios:

  1. Vivo entre abogad@s y tod@s ell@s tienen claro que la jámás van a hacer justicia estudiando derecho. Me parece una carrera de mucho coco para estudiarse todo eso. Yo me quedo en mi filosófico mundo...

    Edurne.

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  2. Yo estudié Derecho con una ilusión extraordinaria.
    Y luego me di cuenta del error.
    Todo era una mentira.
    El Derecho está prostituido.
    Por lo que dices y por la corrupción.
    Lástima de años que tiré.

    Besos.

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  3. Max Weber lo llama ‘desencantamiento del mundo’. La noción de ley natural que estudiábamos, ha perdido su razón de ser en un mundo donde sólo se concibe lo creado por el hombre y no la existencia de algo superior que rige nuestro comportamiento.

    Ahora no se concibe lo inmutable, que sería la ley natural, sino solamente el derecho positivo, que es cambiante y varía según la ideología predominante. La afirmación de san Agustín de que la ley natural está inmersa en el corazón humano no es aceptada por la mayoría. Aún así, ninguna mayoría puede evitar que nuestro corazón (llamémoslo ‘conciencia’), nos indique qué es legítimo y qué no lo es, aunque queramos ponerle tapujos y negar lo evidente.

    A veces me escriben diciendo que mis argumentos contra el aborto no son válidos porque están basados en ‘la religión’. Yo insisto en que no se trata de fe. Cualquiera puede darse cuenta de que matar a otro ser humano es, cuanto menos, una injusticia. Pero si bien no es una cuestión que dependa de la religión, sí es cierto que ese ‘darse cuenta’ se debe a la ley inmutable grabada por Dios en nuestra conciencia que nos lleva a conocer la razón derivada de la naturaleza de las cosas, la cual, como estudiábamos, nos mueve a obrar lo bueno e invita a omitir lo malo (ratio profecta a rerrm natura et ad rectum faciendumimpellens et a delicto advocans).

    ¿Cómo podemos calificar los actos médicos, por ejemplo, que no obedecen a la ley natural, sino que se oponen a ellos? ¿Inmorales? ¿Pero entonces, existe una moral aplicable a todos? Fabricar un ser humano en una probeta, crear un bebé medicamento, seleccionar un embrión para la vida y otro para la muerte, practicar la eugenesia, son actos inmorales. Cuando alguien me dice ‘eso es inmoral para ti pero no para mi porque yo no comparto tu moralidad, o tu fe, o tu manera de pensar’, sólo me queda invitar a esa persona a que reflexione con honestidad, porque, si bien la mayor parte de las cuestiones son opinables, hay algunas que no pueden verse más que a la luz de la ley natural.

    En fin, que esto da para mucho y yo no me explico muy bien. Pero creo me merece la pena reflexionar acerca de qué sociedad estamos creando cuando aceptamos leyes (y votamos partidos que aceptan leyes) que contradicen la ley natural. Es como crear un cuerpo al que le falta el alma.

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  4. Desde hace años, el mundo entero, pero especialmente Europa, está inmersa en un cambio social (y socialista) consistente en introducir en la mente de la gente, en la sociedad, el relativismo moral.

    En España lo sufrimos en los últimos tiempos con una terrible violencia, y no hablo de violencia física, sino de verdaderos ataques terriblemente agresivos dirigidos a nuestras conciencias.

    Se trata de imponer un pensamiento que elimina toda fuente de moral, y eso incluye la moral natural. El derecho natural es sólo una plasmación en papel de la moral natural8o de una parte importante de ella). Pero cuando aceptamos el relativismo moral, entramos de lleno en la dinámica de que todo, absolutamente todo, es opinable e interpretable.

    Esa terrible y nefasta doctrina del relativismo, está imponiéndose por el impulso de los grupos de poder; no son sólo partidos políticos, son empresarios, asociaciones de todo tipo, lobbys en general. Aquellos que dictan las leyes o influyen de manera importantísima en ellos. El porqué es de lo más sencillo: dado que el hombre es, por naturaleza, un animal moral, la ausencia de una fuente moral lleva inevitablemente a buscarla en algún sitio y se termina imponiendo la idea “legal = moral”. Esa igualdad es el paraíso del legislador o de quien influye en el legislador porque puede hacer lo que le de la gana con tal de hacerlo legal, y así será considerado moralmente aceptable por la sociedad.

    De eso va el ministerio de igualdad, con su lucha por imponer la ideología de género, que es la punta de lanza del relativismo moral, o con su lucha por identificar el crimen del aborto con un derecho. Lo mismo pasa con la eutanasia que defienden desde el ministerio de sanidad. También de eso va la EpC y todas las barbaridades que nos quieren meter en la cabeza por la fuerza.

    Lo dejo ya porque, como dice eligalavida, esto da para mucho y además yo me caliento.

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  5. Me suena de mucho, de muchísimo, lo que cuentas. También tengo personas muy cercanas, muchísimo, relacionadas con esta vocación que hoy es sólo, profesión.
    Quizás el Derecho, tan sólo sea un reflejo de la vida, en líneas generales, que mayoritariamente tenemos establecida.
    Muchos días hablamos de éllo al acabar el día, comentando cosas. Vivir con esas certezas, tratando de mantener una coherencia interior, es muy, muy complicado.
    Te deseo que lo logres. Yo estoy en éllo.
    Un beso enorme.

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  6. A mí me sorprende por ejemplo, que las nuevas generaciones no tienen ningún espíritu crítico con nada, están hechas para aceptar lo que viene de arriba sin pensar y quedando en paz. El ámbito donde trabajo ahora tiene mucha ideología, y al final impera que lo que dice la ley es la verdad, faltaría más...

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  7. estoy contigo y con lobo; aunque siempre digo que mi idealismo me mata contra un muro. En fin... ayer me dieron la baja por agotamiento. Cuidate que tú tienes más gente detras de ti que yo.
    un besin

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  8. Hay algo que tengo muy claro en tu vida. ¡Eres una gran luchadora! Y menudo trabajo está dejando. Gracias.
    Bueno mi hija empieza este año derecho,así que la encomiendo a las oraciones de los expertos en la materia.
    Un beso

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  9. cuanto se aprende siempre por aqui.
    un abrazo

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  10. Todo lo que ocurre en la sociedad actual no es fruto de la casualidad, o de una sociedad pasiva, que pasividad la hay, pero porque se ha introduccido de forma casi imperceptible el relativismo, todo vale, nada es bueno ni malo... os recomiendo leer este enlace http://www.homilia.org/NewAge/
    Muchas de las ideas que hoy están tan extendidas en nuestra sociedad tienen un origen común.
    El documento tiene autorización eclesiastica y está dentro de una página con otras muchas informaciones católicas http://www.homilia.org/

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  11. Yo no estudié derecho, a conciencia de que si lo hacía saldría peleada conmigo misma.
    Sí, es lo que tu dices, el conflicto entre la ley natural y las "leyes" humanas, es tan notorio hoy en día que ahora me alegro de haberme quedado con mis idiomas, que sólo me dieron satisfaciones.
    Si vieras las veces que discuto con mi marido...
    Imaginate si esas discusiones tuvieran lugar conmigo misma.
    :(
    Besos

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  12. Estudie unos años Derecho y abandone y me decidi por seguir una carrera mas humanistica... bue, trabajo en el Estado y con miles de abogados.
    Cada vez les creo menos a todos.

    Un abrazo.


    PD: es solo un poema de verdad que estoy bien y no triste.
    SOL, es una chica que tiene un blog y lo dejo por un tiempo por falta del mismo. Me regalo esa poesia porque sabe que me gusta el tango. Y la extrañaré, es porque realmente es un encanto de sol.

    Besitos.

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  13. Lo cierto, es que yo he sido positivista durante mucho tiempo sin saber lo que significaba eso.

    Recuerdo, al principio de empezar la carrera, que había una sensación de falsedad tremenda, no sé si me la propició el Congreso de Madrid, o la misma experiencia de ir conociendo personas...

    Al final me dí cuenta que la persona humana es quién ostenta la condición de ciudadano, y que sin persona no hay derecho (Robinson y Viernes en la Isla).

    Por eso, no puedo renunciar a lo que pienso, y a como pienso, porque es mi naturaleza.

    Un abrazo!

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