lunes, 8 de febrero de 2010

LOS RITMOS DE LA VIDA


Siempre pensé que había nacido para ir despacio, rematando, sin dejar flecos. Fue otro de los errores de partida. Adaptar ritmos ha sido una de las tareas más difíciles del matrimonio; Luis nació para ir en moto y no parar mucho en cada sitio. Así que este fin de semana que él no estaba decidí salir de casa lo imprescindible y aprovechar para leer un poco y rematar unas cuantas labores sin prisas.

Fue un fin de semana de mínimos, ni siquiera visité a los blogs amigos. Dejé de tensar los nervios que me mantienen viva y caí como en un túnel de cansancio desconocido, es evidente que el estrés a veces protege. Una jaqueca me afectó hasta el mismo lunes en que fui a trabajar con sensación de fracaso; me esperaba una mañana farragosa que se iluminó cuando recibí un SMS de una de mis hijas decía: "espero que te encuentres mejor y perdon x estos dias. bso".

Se me esponjó el alma. No había existido ningún enfrentamiento, no tenía nada que perdonar, nadie me había ofendido, era yo la que no había estado a la altura de las circunstancias. Fue un balón de aire que me ayudó a coger el ritmo de siempre y al cabo de unas horas la jaqueca solo era un leve recuerdo en mi cabeza. Una palabra de ánimo puede hacer milagros.

12 comentarios:

  1. Bien, inauguraré yo los comentarios en esta entrada. Es cierto que no podemos marcarle un ritmo a la vida; simplemente debemos bailar con ella. A algunos se les da mejor que a otros, y otros llevan tanto tiempo con un mismo ritmo que, cuando lo quieren cambiar, se encuentran fuera del baile. Supongo que es lo que te ha ocurrido con tus jaquecas.

    Por supuesto, es muy bueno tener "espectadores" que, de vez en cuando nos animen, aunque sea a través de un SMS.

    ResponderEliminar
  2. Y tanto que si.
    Unas simples palabras pueden resucitarnos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Esto de las nuevas tecnologías es una maravilla, un sms puede alegrarte el día igual que los comentarios dejados en el blog de cada uno o recibir un email de alguien a quien se aprecia.

    Nunca desfallecer, hacia delante, que hayas tenido unos días malos, no pasa nada, a veces se pasa el fin de semana muy rápido y de una manera poco "aprovechada" y sinembargo, pasan los días y aparece un día nuevo con nuevos pequeños detalles como el sms de tu hija, y eso ya lo cambia todo :), la vida va a así.

    ResponderEliminar
  4. Me quedo con la última frase, "una palabra puede hacer milagros". Le quito el "de ánimo" a drede, puesto que simplemente UNA PALABRA, según de quien venga puede HACER MILAGROS.
    No sé si me explico...
    Creo que tú me entiendes.
    ;)
    Besos y para la jaqueca: MIGRALEVE.

    ResponderEliminar
  5. Una palabras con afecto.
    Siempre nos anima el día.

    Besitos.

    Pd.: quedate tranquila que ando Feliz.

    ResponderEliminar
  6. Te utilicé para pensar como quien dice en voz alta...
    Espero que no te importe.
    ;)
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Es el poder de la palabra...con tan solo una palabra podemos hacer felices a las personas que nos rodean o crear en ellos los peores sentimientos.

    Besos¡¡¡

    ResponderEliminar
  8. amiga mía, eres genial; te has ganado un abrazo gordo...
    ah, pedirte un favor: reza por mi amiga, mi fé estos días se ha tambaleado. Pobrecita no me la quito de la cabeza

    ResponderEliminar
  9. y a veces no son necesarias ni las palabras para eso, con una mirada oportuna, o un beso cariñoso, o un apretón de manos, o una caricia...sería muchas veces suficientes.

    que buen detalle el de tu hija.

    ResponderEliminar
  10. ¡Hola!, ya que una palabra puede hacer milagros, te dejo un saludo cariñoso, ya que pasé por aquí muchas veces en silencio o anónimo (de los positivos).
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Algo así me ocurrió a mí ayer con un lector que me dejó un comentario muy bonito.

    Hace poco hice una entrada de 'Carta a palabras' que iba también sobre ésto mismo.

    Besos!

    ResponderEliminar