Reproduzco este buenísimo artículo de un amigo de Sevilla. Se lo dedico a Triple A, Me gustaría aclarar que la forma de erradicar la hipocresía no es suprimir los valores que esta finge, se erradica viviéndolos. Hay que suprimir la mentira no los valores, sino sería como ese adultero que no “engaña” a su mujer porque… se lo cuenta. Aaaah, y es verdad que Luis cumplió 56 y que casi no tiene canas, y si era eso lo que no te cuadraba, triple A, te pongo otra foto, que también te dedico.
De todo hay en la viña del Señor. De todo un poco y, a veces, mucho de cada. Porque incluso nosotros mismos, a veces, nos engañamos. Nos mentimos para convencernos de aquello que nos conviene, por encima de lo que es cierto y verdad, como dicen los castizos. La vida del hombre está llena de verdades y mentiras, y en su relación con los demás, de sinceridades y falsedades. Es así el barro con el que estamos hechos y de esta forma deambulamos por el mundo. Aceptarlos es ponerse en camino de asimilar la realidad y esto es un ejercicio necesario para todo el mundo.Cada persona encierra multitud de facetas y en ellas están contenidas las más sublimes y también las rastreras. De sabios es inclinarnos hacia lo bueno, intentando abandonar lo malo. Al final, es siempre mucho más positiva ésta actitud que la contraria. El hombre falso, aquel en el que predomina la mentira, piensa que así le será más rentable la vida, pues su apariencia se verá favorecida en los envites sociales, pero eso, a la larga, nunca es cierto. Al final todo el mundo conoce y reconoce a los falsos de este mundo. Porque es cierto que ninguno de nosotros es siempre la verdad escueta, pero también se puede asegurar que dentro de la graduación humana existe quien sabe mantener dos, tres y hasta cuatro y más de cinco caras. Dependiendo de con quien establezca sus contactos y en que momento lo esté haciendo. Pero al final, es siempre un hombre torpe.
De todo hay en la viña del Señor. De todo un poco y, a veces, mucho de cada. Porque incluso nosotros mismos, a veces, nos engañamos. Nos mentimos para convencernos de aquello que nos conviene, por encima de lo que es cierto y verdad, como dicen los castizos. La vida del hombre está llena de verdades y mentiras, y en su relación con los demás, de sinceridades y falsedades. Es así el barro con el que estamos hechos y de esta forma deambulamos por el mundo. Aceptarlos es ponerse en camino de asimilar la realidad y esto es un ejercicio necesario para todo el mundo.Cada persona encierra multitud de facetas y en ellas están contenidas las más sublimes y también las rastreras. De sabios es inclinarnos hacia lo bueno, intentando abandonar lo malo. Al final, es siempre mucho más positiva ésta actitud que la contraria. El hombre falso, aquel en el que predomina la mentira, piensa que así le será más rentable la vida, pues su apariencia se verá favorecida en los envites sociales, pero eso, a la larga, nunca es cierto. Al final todo el mundo conoce y reconoce a los falsos de este mundo. Porque es cierto que ninguno de nosotros es siempre la verdad escueta, pero también se puede asegurar que dentro de la graduación humana existe quien sabe mantener dos, tres y hasta cuatro y más de cinco caras. Dependiendo de con quien establezca sus contactos y en que momento lo esté haciendo. Pero al final, es siempre un hombre torpe.
Porque sólo a los necios se les engaña de forma continuada y tantos tontos no hay. Los demás que le siguen la corriente sólo lo hacen por prudencia, bondad o sinvergonzonería, pero sabiendo bien con quién se las están jugando.De ahí que el hombre falso sea sólo un pobre hombre. Por mucho pavoneo que pueda traerse en etapas concretas de su vida. Porque abrazar por delante para criticar detrás es lacerante y público, y todo el mundo sabe que si hoy está censurando ante mí a quien no está presente, mañana habré de ser yo el censurado.La vida del hombre es el discurso de la verdad y la mentira, hacia sí mismo y cara a los demás, teniendo todos esas relaciones biunívocas, pero hay que saber y querer inclinar claramente la balanza en sentido positivo, pues en caso contrario caeremos en la estupidez humana (lo que no es la humanidad clarividente).
Educar es fundamental para la sociedad, la familia y el individuo, siendo en esa faceta necesario aclarar bien al alumno la clara rentabilidad de la verdad; El ser sincero es siempre mejor que el engañoso, por muchas tamizaciones pseudocomplacientes y compasivas que se busquen. Lo falso escapa de la realidad, sumergiendo al hombre en la penumbra de la inseguridad y de la duda.
Educar es fundamental para la sociedad, la familia y el individuo, siendo en esa faceta necesario aclarar bien al alumno la clara rentabilidad de la verdad; El ser sincero es siempre mejor que el engañoso, por muchas tamizaciones pseudocomplacientes y compasivas que se busquen. Lo falso escapa de la realidad, sumergiendo al hombre en la penumbra de la inseguridad y de la duda.
La verdad, por dura que sea, le instala a uno en lo cierto y es el saber, facultad de los hombres y los dioses Bienaventurados aquellos que nos digan lo bueno y lo malo por delante. Nos ayudan a vivir mejor.
Malditos los hipócritas que nos confunden diciendo una cosa a la cara y otra a la vuelta de la esquina. Los primeros son amigos. Los segundos, pobres bichos o animales poco racionales y mal intencionados. Enseñar esto a nuestros hijos es fundamental para prepararlos a bien encarar la vida del futuro. Las personas de bien no sólo son buenas, sino que al final imponen su impronta en esta vida. Las otras sólo penita pena de mi corazón
Este post está lleno de verdades, desde la primera que capté y que me hizo tener un poco más abiertos los ojos al leer el post, eso de: Me gustaría aclarar que no es forma de erradicar la hipocresía suprimiendo los valores que esta finge, se erradica viviéndolos.
ResponderEliminarLo cierto es que si el bien es bueno, la verdad está en esas alturas también, un abrazo.
Estupenda exposición sobre el valor de la verdad, a la gente le encanta atacar,pero poco va a sacar en claro el que quiera atacar, "él/ella" seguirá teniendo su idea pero nosotros seguiremos teniendo la nuestra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiene toda la razón.
ResponderEliminarEl único problema que yo veo es que es aplicable a casi toda la humanidad.
Besos.
Lamento la amargura de las palabras de "tripleA" así como su evidente falta de caridad.
ResponderEliminarPero hagamos examen de conciencia al respecto. ¿Nos hemos puesto alguna vez frente a Pilatos para responderle a su pregunta; quod est veritas?. Hagámoslo sin miedo a aceptar el papel de ecce homo y quizá nos llevemos algunas sorpresas.
Los aguafiestas se caracterizan por su falta y necesidad de cariño; buscando ser el centro de atención.
ResponderEliminarElegimos caminos.
ResponderEliminarCual es el criterio que nos hace decantarnos por uno o por otro
es lo que nos diferencia a las personas.
En ocasiones son los colores,
en otras, es la pendiente,
los olores, las sensaciones que nos llegan del más allá.
Otras veces es una opinión, una corazonada
o simplemente sabes que ese es el camino.
A veces un mínimo punto de inflexión es el que separa un camino del otro
Una delgada flecha que va desde el miedo a la libertad.
El saber discernir uno de otro,
el saber elegir;
ese es el camino, el proyecto, el objetivo.
Pero soy cobarde...
me dejo arrastrar por donde no quiero
y me dejo caer sobre el miedo
porque es más fácil
porque no me atrevo
porque no acierto a encontrar el coraje dentro de mi
que me lleve hasta caminos donde yo sea el único que elija.
Un abrazo muy fuerte Mª Jesús.
O
ResponderEliminarOLE!!!!, OLE!!!!!Y... OLE!!!!!!! SE PUEDE DECIR MAS ALTO, PERO.... ¿MAS CLARO?????NO, NO NO
Vuelvo mañana. Hoy no tengo mente ;)
ResponderEliminarBesos
Hola Mª Jesús. Estoy agotada. Vuelvo mañana porque esto merece ser leído con más atención. Un beso!
ResponderEliminartodos tenemos una doble personalidad o el lado oscuro. Potenciar la luz luchando porque la oscuridad no se agrande sino que se minimice.
ResponderEliminarUn besote y buena semana niña.
Una cosa es cierta: los hipócritas tienen sus días de hipocresía contados, ‘porque sólo a los necios se les engaña de forma continuada y tantos tontos no hay’. Un artículo muy clarividente. ¿Quién es el autor?
ResponderEliminarPor cierto, ya sabes eso de que ‘ladran, luego cabalgamos’. Crear un blog sólo para insultar demuestra que lo que haces escribiendo llega a muchos y algunos quieren pararlo. Una motivación más para seguir. Un abrazo!
Hola Maria Jesús...feliz de volver a vuestro 5ºB, aunque os he seguido...¡¡incluso os he visto en ese super reportaje que se publicó!!, ahora tengo el ordenador delante todos los días mal que me pese, así que, espero poder retomar mi vida cibernética...aunque bueno, me ha costado mucho dejar a mi bebecillo en casa, si te soy sincera y aún no tengo inspiración, ni muchas ganas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con todo lo que dices en tu post...ultimamente la hipocresía se quiere convertir casi más una virtud que otra cosa, porque se ha instaurado el "todo vale" para conseguir "mi objetivo".
Es una mezcla de egoísmo, falsedad y pereza...
Hay una gran crisis de valores y se intenta hacer ver que parcheando un poco se arregla todo.
Yo voto por, efectivamente, quitarse la careta y reconocer abiertametne que la "verdad" existe, que está ahí...y que detrás de ella se esconde la felicidad y el bien del hombre.
Es luchar contra el viento...pero...el que no lo hace, siempre navega a la deriva.
Un besazo a todos
Yo estaría entonces, o lo he estado, entre los hipócritas. Muy bueno el escrito.Un saludo
ResponderEliminarLa hipocresía es hermana de la mentira, la hija del demonio.
ResponderEliminarEl troll que se te metió es la que le ha suplantado la personalidad a Leona el otro día en mi blog, tiene como 10 nicks distintos. Pobre, hay que rezar por el/ella o lo que sea. Como dice una amiga mía, hay gente que está MUY fatal.
Besos, muy bueno el post cielo muchas gracias.
Hola, encantado de volver por este 5º. A ver cuando poneis ascensor, jeje. Perdón por faltar durante tanto tiempo, he estado muy liado.
ResponderEliminarCon respecto a la entrada,como siempre, me ha encantado. Solamente pondría un pero. Lamentablemente estamos rodeados de ese tipo de personas, e incluso, si miramos para adentro ¿no hemos sido nosotros alguna vez así?.
Un beso