miércoles, 25 de noviembre de 2009

ADOLESCENCIA

Ayer durante la comida Luis volvió hacer guasas a nuestros adolescentes, (… se aburre y quiere “animar” el ambiente”…), ante mi sorpresa Teresa dijo: "papá no me hagas esas preguntas, sabes que me parecen mal y soy muy borde". Me conmovió la respuesta, fue toda una declaración de intenciones que revelaba una lucha interior.

"Algunas veces está justificado ser borde, sobre todo cuando papá pica" -le dije-, "si, pero yo soy borde con todos" -me respondió-... y definitivamente "me quité el sombrero", en su benevolencia había absuelto a su padre, que no se lo merecía.

Todos somos distintos de los demás, pero los adolescentes son distintos a sí mismos, depende de los días, de los momentos, tienen sentimientos variables e incompatibles, no se conocen a sí mismos, por eso no pueden tener coherencia ni en las ideas ni en el comportamiento.

En la entrada anterior una paisana -Cristina- decía que su hijo "es una bomba de relojería, tiene 16 años y cree que el mundo es solo para él". Muy propio.. se acaba de descubrir y está extasiado consigo mismo. Por eso es tiempo de proponer los grandes retos, de entusiasmarle por recomponer el mundo, por suprimir la injusticia.

En León, y por doquier, "los grandes retos" que se proponen a estos chavales se parece a los que ofrecían a Pinocho en la isla de los burros (...que se hinchen a darse gusto hasta llegar a convertirse en... esclavos)

Así que este finde nos toca otra vez viaje a Madrid, allí aún quedan "reductos de la resistencia", y no es que ellos -los adolescentes- nos sigan a nosotros, somos nosotros los que les seguimos a ellos ("el reducto" lo descubrieron ellos este verano en Medjugorje).





17 comentarios:

  1. Tendríamos que tener más cuidado con los adolescentes.
    Muchas veces nos olvidamos de cuando nosotros lo éramos.
    Si, como bombas de relojería.

    Besos.

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  2. Yo también cuando era niño y luego adolescente casi casi llevaba nota mental de todo lo que experimentaba para luego no olvidarme de cómo quiere un adolescente que lo traten... pero ya me olvidé. Lo único que recuerdo es que quería que me escucharan... aunque cada día dijera un disparate contradictorio, quería que me escucharan, y eso sí hago hasta hoy (escuchar, digo).

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  3. Qué duros son esos años.. Pobres de los que me aguantaron durante esos años. Pero la edad elimina todo aquello... Menos mal que dejé de pensar que el mundo lo dominaba yo...

    Un abrazo!

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  4. Te entiendo, tengo dos en esa edad y una "Pre". Un día juegan a Rambo y al siguiente quieren ir de guateque.
    Pero pasará...
    Un abrazo

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  5. és increible cómo olvidábamos cómo eramos, tan dificil volver a ponernos en nuestra piel de adolescentes.

    yo no puedo, pero si recuerdo que en absoluto era "modélica" pero debo mantenerlo presente para no asustarme cuando le llegue a mi hijo, siempre pienso que solo con ser la mitad de "malo" de lo que yo era ya me va a dar un telele y pensaré que está echado a perder.

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  6. ¡¡¡Ay!!! Dímelo a mí, que me paso el día entero bajándolos de entre las nubes... No hace tanto que yo también fui una adolescente, también quería comerme el mundo y tenía muchas fantasías... pero los comportamientos que veo día a día, en mi trabajo, a menudo son inexplicables. No voy a hablar ya de la falta de respeto y de valores (y eso que se supone que yo soy muy hippie...), sino de comportamientos brutales, incívicos, irresponsables...

    Creo que iré a mi blog y escribiré algo sobre ello.

    Besos, familia

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  7. Si es que no tenemos memoria histórica.
    Yo fuí una rebelde de libro...pero mis hijos no lo saben...sólo faltaría.

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  8. Hace unos años cuando creíamos que estábamos preparados (por la información buscada y leída) nos enfrentamos al primer hijo adolescente. Vaya, no sirvió de nada lo aprendido. Los libros se olvidan de la personalidad de cada alma. En un momento le dije: "Hijo, tienes que tener también tú paciencia con nosotros, somos novatos en adolescentes eres el primero" y la verdad es que´con los demás estamos en otra actitud. Pero a mi hijo le gustó que reconociera nuestras dificultades . Ahora, ya está asentándose y menuda diferencia. Las bases se hicieron bien.Gracias una vez más por vuestras valiosas experiencias

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  9. Me ha encantado esta reflexión. Pienso que la adolescencia la pasamos también los padres, que a veces nos cuesta ‘dejar ir’ a nuestros hijos, que están con ganas de ser más independientes. Por suerte, al cabo de unos pocos añitos, todos volvemos a ser humanos otra vez…

    ¿Y dónde está exactamente ese reducto de la resistencia?

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  10. Como su palabra lo indica, estan en dolencia con ellos mismos, descubriendo, viendose y tambien encontrandose con los cambios y el medio.

    Se les debe prestar alta atención.

    Besos.

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  11. Yo vivo en Madrid ¿Donde está ese reducto de resistencia? LLevo 20 años de sujeta-adolescencias

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  12. pasé de la adolescencia a estar enamorado, no sé lo que es peor. ahora vivo que no vivo en mi, nos vamos a milan todos los viernes porque ella estudia alli el erasmus y mi hijo solo vive para ella y para buscar vuelos a medio euro... ah y hablar por internet; muy tomate en un año que termina la carrera.
    Me voy dentro de unas horitas a Paris, ya te contaré. es un viaje sorpresa a mi marido por su cumple. tres días, no me da para más el dinerillo. me buscaron mis hijos los vuelos y el hotel, son unos ases, si te cuento el precio, no te lo crees, voy a quedar como la reina del mambo, te cuento a la vuelta.
    Te quiero mucho aunque sea virtualmente, y cuidate, recuerda que nos necesitan.

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  13. Que maja Teresa!!! La verdad es que ser adolescente es difícil y en esta época que les ha tocado en la que no hay valores, la gente es muy egoísta y solo mira por lo suyo, más todavía.

    Creo que dan lluvias para este finde en Madrid :-( Menudo viaje pasado por agua vais a hacer.

    Un beso

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  14. Estoy comenzando a revivir mi adolescencia, en élla... Afortunadamente, creo que me acuerdo de bastante, y mi tendencia, a veces excesiva a recapacitar sobre las cosas, situaciones y demás, tiene su recompensa en estos casos, auqne, también en estos casos, siempre se está aprendiendo... porque no hay dos iguales...
    Las charlas, en un clima cercano y tranquilo, son importantes, pero tengo claro, que yo no soy amiga de mis hijas... Soy su madre...

    Un beso.

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  15. Gracias MªJesús, siempre se aprende mucho de los demás y yo lo hago cada vez que leo tu blog.

    Tienes razón, en nuestra bonita ciudad hay pocas cosas pensadas para los adolescentes.Los fines de semana que sale un rato a la tarde van al centro comercial, a que? a la sala de juegos, la vida de mi hijo esta rodeada de videojuegos y ordenadores.
    Es una pena que les haya tocado vivir esta época, nosotros jugabamos en la calle, ellos lo hacen en casa y solos, lo que equivale a relacionarse poco y usar mucho las nuevas tecnologias.Me gustan mucho las nuevas tecnologias, en serio, y pienso que si se saben usar bien son estupendas y abren muchas puertas.Pero en el caso de mi hijo adolescente y por culpa nuestra, claro esta, le esta costando una adicción.Por desgracia aúnque intentamos quitarsela esta rodeado de máquinas en casa de amigos, en la calle con amigos y hasta en el instituto.
    Espero que este paso de adolescencia consiga que se dé cuenta de que debe emplear su tiempo en otras cosas, aúnque nos cueste a los padres tener que soportar sus cambios de humor y el egoísmo que adopta.
    Gracias paisana, veo que no estamos solos en este trance.
    Besitos.
    Cris

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  16. Yo ya no soy adolescente (dejé de serlo hace muchos años) ni tampoco tengo hijos, pero siempre me ha sonado un poco negativo cuando oigo decir a alguien "es una pena que le haya tocado vivir esta época"..., porque seguramente es lo que dijeron también nuestros padres cuando nosotros entramos en esa etapa de nuestras vidas.

    Yo creo que, al contrario, es una suerte que les toque esta época, porque ellos están preparados para vivirla. Sólo tenemos que encargarnos de dirigirlos convenientemente, enseñándoles responsabilidad con nuestro propio ejemplo. La "rebeldía" de los adolescentes es mera fachada. En el fondo están deseando reflejarse en lo bueno que ven en los adultos. Por éso ebemos ser especialmente coherentes y responsables con nuestro comportamiento: al fnal, lo que queda de la adolescencia son las cosas que hemos visto de los adultos...

    (¡Ea! Ya he soltado mi rollo sicológico. Ha sido sin querer, de verdad).

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  17. Pues yo que aún me libro, de esa etapa, miedo me da, porque cómo una de las mías salga rebeldona cómo yo, pobrecita de míiiiiiiiiiiii, y encima apunta a maneras que cómo la hiperactividad eso también se hereda, asi que me imagino quien va a ser la candidata.

    Menos mal que tengo amigos con anécdotas formativas y ejemplarizantes, me voy a editar el blog del 5º B cómo Manual de Instrucciones.


    BESOS A TODOS.

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