lunes, 6 de julio de 2009

Hijo, yo creo en ti

No todo han sido buenas notas. Hemos cosechado calabazas, aunque lo cierto es que todas del mismo.

... es fácil hacer astillas del tronco caido, pero las madres penetramos en el interior de nuestros hijos y valoramos sus esfuerzos, palpamos sus angustias, advertimos la presión que supone estudiar en la misma facultad detrás de un hermano que es un número uno.

Hijo, yo creo en ti, incluso, más que tu mismo, y no me cabe ninguna duda de que es cuestión de aguantar el tirón un poquito mas, de reconocer fallos. Un mañana abierto y posible te está esperando tras la prueba de hoy ... yo lo estoy viendo.

A pesar de mi limitación, desde la perspectiva de madre, he conseguido entender un poquito el amor de Dios por nosotros porque el Suyo es amor de madre, un amor que penetra en nuestra limitación, participa de nuestros errores, comprende nuestra vagancia; un amor que sonríe siempre.

La siembra se estropea en ocasiones por inexperiencia o vagancia del labrador, no podemos echar siempre la culpa al tiempo.

12 comentarios:

  1. Casi lloro.

    Porque es importantísimo lo que has escrito. Cuando unos padres no creen en un hijo le pueden llegar a destrozar su futuro.

    Qué foto más bonita........ (quiénes son los dos que van a Medju???!)

    Mil besos.

    ResponderEliminar
  2. Vuestro hijo tiene mucha suerte al contar con unos padres que le apoyan incondicionalmente y no le reprochan sus faltas, sino que las amonestan con dulzura, manteniendo la puerta abierta a la réplica. Sois geniales.

    ResponderEliminar
  3. Lo que te digo siempre.
    Envidia.
    De verdad.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Que escrito más lleno de amor. Felicidades por ser tan linda familia y ejemplo.Ingrid

    ResponderEliminar
  5. La mayor fuerza cuando se está poco seguro son unos padres que te apoyan, te quieren y te exigen. Soy un ejemplo de despistada que también en un momento de su vida y debido a un novio poco recomendable cosecho muchos suspensos, la fuerza de mi familia fue fundamental, seguro que lo consigue.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Tus fotos son todas de enmarcar y tu post muy amoroso, de madre, madre. Me encanta.
    Que tengáis un feliz verano.
    Besitos

    ResponderEliminar
  7. Lo dificil es aunar el apoyo incondicional con la necesaria exigencia.
    Si lo conseguis ¡dadme la receta! por favor.

    ResponderEliminar
  8. Preciosa reflexión, tomo nota para cuándo mi niña sea grande...

    ResponderEliminar
  9. Desde luego que os admiro, porque yo a veces con una sola y no puedo tirar para adelante... hay días agotadores hasta el límite con el trabajo, la casa, la niña, las mil cosas en las que me embarco...

    No puedo ni siquiera imaginarme que haría con 10.

    Siempre me preguntais por ella y la verdad es que apenas hablo de ella en el blog, salvo en las ocasiones límite para avisar de que faltaré o de que las cosas iban mal.

    Las cosas van mejor, el 14 marchamos ambas unos días de vacaciones a destinos distintos, ella a ver a su padre, yo a Galicia. El 27 estaremos ambas en Bilbo para una importante consulta, que será definitiva. Ya os contaré. Despues de nuevo vacaciones.

    Gracias de corazón por acordaros siempre.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Mucho amor, verdadero y del mejor.
    Mis felicitaciones.
    Es maravilloso.

    Muchos cariños Familia.

    ResponderEliminar
  11. Muy buena reflexión... decidle al chaval de mi parte, que seguro que puede y que rezo por él, para que saque lo bueno que lleva dentro. Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Me has hecho pensar en la parábola de los talentos...
    NO entiendo porqué.

    Besossssssss

    ResponderEliminar