domingo, 24 de mayo de 2009

ALEGRIA y FIESTA

El sábado por la noche oigo desde mi cama la "alegría" de los que participan en "el botellón" cerca de casa. Las primeras horas son de euforia grosera, las últimas de tristeza desgarrada.

¿Y los mayores? ¿Qué ejemplo de alegría transmitimos?. Valoramos la seriedad como premisa de laboriosidad y parece como que la alegría estuviese reservada para cuando salimos de nuestra realidad, a base de momentos de excepción, de viajes o diversiones prefabricadas. Como si la alegría tuviese un momento aparte, resultado de tomar no sé que producto o hacer no sé que cosa nueva que te lleve lejos de tu vida ordinaria. Esperamos para alegrarnos los días señalados en el calendario, tomamos las uvas y brindamos y nos congratulamos, incluso sin saber muchas veces por qué.

La auténtica alegría no puede estar reservada para momentos concretos ni puede estar lejos de nuestras circunstancias más próximas, no viene cuando se la reclama porque no esta vinculada a un tiempo ni a las circunstancias, ella vive escondida a todas horas en la apertura, en la disponibilidad y la confianza del que acepta sus límites con realismo y vive sin red confiado en que se cumplirá el destino del universo. La verdadera alegría admite nubarrones y borrascas pero reaparece después de la tormenta pasajera porque es una actitud vital, incompatible con la seguridad insaciable del hombre moderno.

Pero sí es compatible con la fiesta, que es ese momento en que disfrutamos sin la rigidez de las normas y horarios de trabajo, pero sin dejar de ser nosotros mismos, aprovechando el ocio no para la ociosidad sino para que el espíritu ensanche aun más su capacidad de respirar, para que tenga más capacidad para la alegría de siempre.

Si educamos a los hijos para la felicidad debemos educarles con alegría y enseñarles a vivir la fiesta. Educarles para que el ocio sea imaginativo y no se convierta en negocio de empresarios.

15 comentarios:

  1. Ya se dice que la alegría s contagiosa... ¿Cuántas veces si nosotros estamos tristes, entristecemos a los demás, y si reímos acaban riendo los demás alrededor?
    Hay que intentar no perder "la chispa" de la vida, jaja
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Sin duda un gran post. En estos tiempos vivimos rodeados de una falsa alegría, la sociedad nos esta inculcando que la felicidad esta en tener muchas cosas y la alegría en salir los fines de semana y emborrarchase.
    A mi cada dia me gusta menos salir los fines de semana, me entristece ver a los chicos de 16 años ciegos de alcohol y de drogas como única alternativa para pasarlo bien, pero asi están las cosas y nosotros tampoco hacemos nada para evitarlas.

    ResponderEliminar
  3. Poco a poco, divertirse se ha convertido en sinónimo de hacer el gamberro. Parece que no disfrutas si no eres un pequeño delincuente. ¿De donde sale tanto inmaduro e inadaptado?

    ResponderEliminar
  4. Es cierto que la alegria contagia y además ayuda a crecer a los niños de otra manera, tambien es cierto que cultivarles la imaginacion y la creatividad, deja afuera los negocios que estan preparados para su diversión.

    Besos Familia.

    ResponderEliminar
  5. La verdadera alegría creo que nace de esa seguridad interior de saberte amado incondicionalmente, por eso el medio más efectivo para transmitirla y darla de mamar es en familia.

    Y así, quienes tenemos la inmensa fortuna de sabernos inmensamente amados por Dios en todo momento, no perdemos la alegría jamás de los jamases ni aún en las peores circunstancias de nuestra vida, por trágicas que puedan parecer a los ojos del mundo.

    Tampoco en el pecado. La alegría nos acompaña siempre, es uno de los deliciosos frutos del Espíritu Santo.



    PD: ya hice los deberes eh¡ cielo mío.

    Un besazo muy grande, has tocado un tema precioso y muy importante.

    ResponderEliminar
  6. Seguir por ese camino, es el que conduce a la felicidad aunque otros crean que está en el fondo de una botella, que equivocados están.
    Con cariño y afecto

    ResponderEliminar
  7. A mi también me han "bañado" en el fregadero. No sería tan tan pequeña porque me acuerdo bien!

    ResponderEliminar
  8. niña... ultimamente estás que te sales. Tus letras estas cargadas de dinamita por lo que dices y lo bien que dices... te lo digo de verdad.
    Besotes

    ResponderEliminar
  9. La foto es deliciosa. y la alegría que nos muestras es la auténtica, la que a veces es compatible con las lágrimas.
    Besitos, nia

    ResponderEliminar
  10. Me he comido la Ñ de NIÑA, así que te la dejo ahora, preciosa y otro beso

    ResponderEliminar
  11. Qué post más bonito has escrito, Mª Jesús, (o quizás Luis...). A mí me parece normal que un lunes sea más "tontón" que un miércoles, por ejemplo, o que si la semana ha sido dura, el viernes una se llene de esa satisfacción que da el deber cumplido, y el descanso a la vista.
    Pero, estoy totalm. de acuerdo con la idea fundamental de la entrada: la alegría no es un momento determinado, sino un estilo de vida, un estado que debe de estar en todo lo que vivimos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Qué bonita vuestra bitácora. TAn pronto me funcione la conexión correctamente tengo que enlazarla.
    Un saludo y enhorabuena por esa Gran Familia!!!

    ResponderEliminar
  13. A mi eso de divertirme a la fuerza, como que me corta un poco.

    Si hace falta organizo una colecta bloguera para comprarle una bañera a la niña:)

    La alegría, misterio, don de Dios

    Bss Chicos de León.

    Luisa

    ResponderEliminar
  14. Hola a los dos...despacio voy llegando...y me da alegría siempre...llegar y leer lo que publican con tanto cariño....

    Estupendo el post...maravilloso!!!!

    Tratemos de vivir siempre con alegría...(en mi familia lo hacemos)seguro que algunas veces pasamos por cosas no tan lindas...pero que no se nos vaya la alegría del corazón...

    Esta pequeña parte de lo escrito la resalto..

    aprovechando el ocio no para la ociosidad sino para que el espíritu ensanche aun más su capacidad de respirar, para que tenga más capacidad para la alegría de siempre.

    Tratemos de seguir desparramando semillas de alegría por todo el mundo...esa es mi misión..y me sale natural..no tengo que fingir para nada...

    Gracias por compartir tan lindos escritos...llegan al corazón...

    Cariños a los dos...

    Silvia

    ResponderEliminar
  15. Ay, que gracia, mi "coletilla" cotidiana es; " ...y con alegria"

    Cuando mando a mi hijo hacer algo, siempre la añado;
    "haz los deberes...y con alegria!",
    "obedece...y con alegria"!,
    "sal ya de la bañera...y con alegria"!
    porque es don quejica, y no hay cosa que me guste menos a mi, que un quejica cerca.

    Hay que poner empeño en trasmitir alegria en TODO lo que hacemos, eso lo cambia todo, los demás lo percibe de forma mas agradable, y a uno mismo le cuesta menos cualquier esfuerzo.

    Y por supueso, en los momentos que toca poder disfrutar del ocio, como decía mi abuela " disfrutad, hijas, pero sana y santamente" y yo añadiría..."y con alegria!".

    Un abrazo

    ResponderEliminar