En ocasiones la vida pesa más y no hay ninguna causa razonable para ello, sencillamente pesa. Recurro entonces a momentos del pasado que he grabado conscientemente en mi mente para desdramatizar en estas ocasiones. Uno de esos momentos, que recordaba hoy, sucedió hace muchos años, al final del embarazo de Pablo. Ese día yo llevaba colgada una bandolera cargada de documentos urgentes para estudiar en casa y unas cuantas bolsas de comida; caminaba deprisa para llegar al autobús de regreso a casa; pero a unos 300 metros de la estación mis brazos ya no resistían el peso de las bolsas y tenía la sensación de que me iba a desplomar; conseguí llegar al autobús con lágrimas de rabia en los ojos, fue entonces cuando vi el titulo del libro que leía el pasajero que iba sentado delante de mi: "El Lute, camina o revienta". Yo no tenía nada contra aquel presidiario que se había puesto de moda por sus huídas de la cárcel, pero en aquel momento toda la rabia que llevaba dentro la proyecté hacia él. Camina o revienta -pensaba yo- ¿y eso es noticia?, yo me sentía reventar cada día con aquellos mas de 4 kilos y medio que pesó Pablo y sin tregua para el descanso.
Chesterton escribía que la aventura mas real de todas es quedarse en casa; la virtud clásica de los militares de coraje y audacia se ha convertido en virtud doméstica porque nada en todo el universo requiere mas de esta virtud que la decisión de empezar una familia y quedarse en ella hasta la muerte.
"Solo hay un aventurero en el mundo, como puede verse con diáfana claridad en el mundo moderno: el padre de familia. Los aventureros mas desesperados son nada en comparación con él" (Charle Péguy).
Solo se trata -me consuelo- de caminar firmemente hacia adelante ignorando el cansancio, solo se trata de vencerlo porque, en realidad ¿de qué me quejo?. Si subo la cima de este monte, quizá mañana vea el cielo. Maria Jesús
Dicen que el trabajo dignifica al hombre, aunque creo que más que al trabajo en sí, esa palabra se refiere a ese esfuerzo del que hablas, ese sano esfuerzo que cada día nos mantiene agarrados a la vida. Sigue caminando, Maria Jesús, unos días conseguirás subir la piedra a la montaña, otro día te quedarás a medio camino, pero el premio no está en alcanzar la cima, sino en proseguir tu camino sin darle cancha al desaliento.
ResponderEliminarEs verdad cielo, no hay mayor proeza que la de superar y ofrecer el cansancio de la vida cotidiana, la oculta, la que sólo ve tu familia y a veces ni siquiera ellos, sino sólo el Señor.
ResponderEliminarAnoche yo estaba agotada y me estuve quejando, además estaba de mal humor. Me metí en la cama con el libro del mensaje a las almas pequeñas para iluminar un ratito de oración y al abrirlo al azar como siempre hago, lo primero que leí fué: "¿Crees que se puede alcanzar la santidad durmiendo sobre el terciopelo?. Tu cansancio me pertenece, entrégamelo. Permanece cariñosamente unida a mi. Trabaja apaciblemente bajo mi mirada."
Flipé.
Te regalo este pequeño fragmento MJ. Por si te sirve de ayuda en tu cansancio del día a día.
Abracito.
Cuesta,cuesta pero estoy segura de que en el cielo nos tienen preparada un silla en primera fila.Eso espero, porque después de tanto trabajo como nos toque columna...Mucho ánimo.
ResponderEliminarPero qué agradable
ResponderEliminares llegar y dejarse
descansar,viendo
que no hemos ignorado nada
con todo a cuestas,
nuestra historia omnipotente!
Pablo cuatro kilos....
MªNoël 5k y 1/2.....
Ahora lo que duelen son los huesos
y la falta de besos........
Te quiero
Me ha venido a la mente la frase tonta de Fama: "La Fama cuesta y es aquí donde vais a empezar a sufrir".
ResponderEliminarEs ya un tópico, pero es verdad que para que las cosas sigan adelante, progresando y como dices, en algún momento, llegar a la cima...hay que sufrir y sudar.
Con tu metáfora de la montaña, no hay más que mirar la realidad de todos esos que escalan a lo bestia, en al Filo de lo Imposible o algo así...
Para mi, absurdo, irracional y ganas de jugarse la vida, pero está claro, que algo debe haber ahí arriba y estoy convencida, eso sí, de que cuando llegas, te sientes genial.
Llevalo a tu propia vida y verás todas las montañas que has escalado con éxito...porque, que yo sepa, sigues ahí ¿no?
Cada día es un nuevo reto...hay que tener fe en la "vida", en Dios y en uno mismo...no es bueno perder la perspectiva de la esperanza...que ya sabes "nunca defrauda".
Un beso muy fuerte
Animo!!! eso me digo yo.... ayer comenzaron mis hijos el ciclo escolar, y luego de casi tres meses de levantarnos temprano pero sin mayores prisas, ayer comenzamos a oir el despertador a las 5am!!! Y de allí, la vieja cantaleta: arriba, báñense, bajen a desayunar, ¿llevan todo?, lávate los dientes, peinate un poquito, ¡pon buena cara!, etc, etc, etc.
ResponderEliminarEn fin, de acuerdo con Inés: espero una silla de primera fila....
un abrazo
Me ha encantado MªJesús, gracias.
ResponderEliminarEntre tus pensamientos, uno que compartiré siempre contigo, aunque el cansancio nos puedaen el camino,siempre hacia adelante, por qué? por lo que tu dices de una manera tan hermosa en el final, subir el monte y seguro que veremos el cielo, sin miedos y sin quejarnos(o bueno, sólo un poquito,je,je), porque sabemos por lo que debemos en el fondo dar tantas gracias.
Un beso fuerte, aventureros y heroes domésticos del día a día.
Paloma
¡Qué bonito e instructivo, amiga!.
ResponderEliminarSobre todo te das cuenta de que como dice Coelho, el camino está lleno de señales de todo tipo, y lo importante es verlas.
Me llegó muy dentro.
Besos
Claro que cuesta, si me cuesta a mi que no tengo nada de lo que quejarme.
ResponderEliminarEl 11 de marzo de 2004 nos pasó algo muy duro, sufrimos y lloramos mucho, pero desde entonces pienso en lo agradecida que debo estar a diario por lo que tengo...y que hay que dar gracias a Dios todos los días: todos...los buenos y los malos.
Eso no quita que algunos días se haga un poco durillo...
Me parece precioso lo que has dicho de "Solo se trata de caminar firmemente hacia adelante ignorando el cansancio, solo se trata de vencerlo porque, en realidad ¿de qué me quejo?. Si subo la cima de este monte, quizá mañana vea el cielo"
Me lo copio para mí.
Primera fila seguro!
Un abrazo.
Estoy de acuerdo que lo que más cuesta es lo que a veces menos lo parece.
ResponderEliminarBesos.
Gracias MªJesus por este post. A veces cuando uno se queja un poco sin darse cuenta de lo trabajoso que es intentar sacar adelante una familia, de lo poco reconocido, de lo importante de esta tarea, etc, la gente te mira pensando en que tú te lo has buscado o te compadecen porque creen que te estas justificando. Dan ganas de gritarles que estamos cuerdos, que somos realistas, que vivimos en el mundo y que asumimos nuetro papel con todas las consecuencias. Esto no quita para que la vida se nos haga pesada en determinados momentos.
ResponderEliminarHay que intentar ser fuertes y luchar contra la tempestad. Subir a la cima puede ser muy sacrificado pero estoy seguro que luego vendrá la recompensa.
ResponderEliminarFantástica la cita. Te la copio para el post de hoy, que celebramos el cumple de mi hermano Pablo.
ResponderEliminarUn abrazo
Mª Jesús, entrar por aqui es siempre reconfortante.
ResponderEliminarNadie en su sano juicio podria pensar que el camino de la entrega es siempre facil, lo importante es confiar en la meta y en el camino no perder el norte, y lo meritorio es mantener esa actitud que tan bien reflejais vosotros.
¡Qué maravilla de palabras, María Jesús!. Yo llevo la vida de padre con bastante resignación y tengo que decir que lo que has escrito me ha llegado y me ha hecho ver una perspectiva diferente de mi papel como progenitor.
ResponderEliminarEl episodio aeroportuario que no-cuento, pero se entiende, en mi blog lo viví con mi familia que incluye a dos niñas de 3 años y 1 año y medio. Tres días de viaje durmiendo en Madrid y Miami y deambulando por los aeropuertos durante horas y horas. Al final lo único que te preocupa son ellas y su bienestar y de ahí que los nervios estén a flor de piel para que encima venga una empleada de Iberia a decirte que ella lleva todo el fin de semana trabajando. Como si no se lo pagaran.
Saludos.
Nunca nadie dijo que seria facil, llevar adelante una familia, aunque tiene sus ventajas, especialmente en nuestros niños, pero que cansancio Dios!
ResponderEliminarLeí, que a Dios le cansaba estar en todas partes,y para ayudarse, creó a las madres, y debe ser verdad, porque todas sufrimos cansancio crónico
ResponderEliminarYo hay días que creo que no voy a llegar al final:la derrota, el cansancio, el desanimo, tanto, que apenas mis pies se arrastran hasta llegar a casa... y cuando llamo a la puerta porque ya ni energías me quedan para sacar las llaves, alguien me abre la puerta con una enorme sonrisa y un martini en la mano "bienvenida a casa a la mejor mamuli del mundo" Entonces MªJesús se me olvida todo y me rido a mi familia.
ResponderEliminarUn besazo enorme y buen finde
El camino es duro y la subida a la montaña, agotadora, pero ¿y la satisfacción de alcanzar la cima y bajando la mirada contemplar el valle?
ResponderEliminarSaludos afectosos.
Mi marido dice siempre: "Me voy al trabajo a descansar", yo creo que con eso, está todo dicho.
ResponderEliminarA mí lo que me ayuda es mirar hacia arriba, mirar a Cristo, porque si me miro a mí misma, me hundo. Mirándole a él, puedo andar sobre las aguas.
Bueno, me ha salido muy "evangélico".
Besos.
Ánimo,aventurera, que llevas mucho en el camino. Descansa para reponer fuerzas, pues tu patrulla te necesita fuerte.
ResponderEliminarUn beso.