Por tercer año consecutivo habíamos decidido unánimemente apurar el verano en León y aplicar el presupuesto de las vacaciones a 2 o 3 salidas mas o menos razonables en las que se armonizase el "concentrado de familia" y nuevas experiencias. De viajes anteriores se que es fundamental evitar esas pequeñas prudencias en las que el bien protegido (higiene, alimentación, sueño...) no compensan con lo que se pierde protegiendo. Que lo verdaderamente importante no es el sitio donde vas sino lo que estés dispuesto a vivir en él. Y como la inspiración está siempre en el subconsciente, la cuestión es .. ? Has deseado algo, o has soñado algo ...?, pues ahora -positivando lo negativo-: lo coges, lo haces realidad!... todo menos quedarse parado, menos tener miedo. En definitiva, se trata de dar caña, (o aceptar que te la den), ya que la plenitud se encuentra en el momento de mayor agotamiento, cuando sin rastro de fuerzas caes físicamente, rendido, al suelo ...la heroína engancha menos !.
Pretender desautorizar la razón por vía de lógica e intentar hacer más deseable la locura es una contradicción "in terminis" en la que no voy a ahondar más, tan solo aclarar que en la raíz de mi planteamiento late "la obsesión" por dejar la niñez de mis hijos llena de buenos recuerdos, de aventuras.... de sueños realizados. (la praxis de esta "obsesión" se ha ido convirtiendo en un "vicio" que me devora).
El viaje que voy a relatar lo veníamos esperando con verdadera ansiedad, y es que partíamos a la salida de la última clase (pelota), del tercer trimestre (set) del curso 95-96 (Max-bal!); es decir a las 13,30 del 18 de junio. En el equipaje solo la reserva de la primera noche: tres celdas de la Abadía de Montserrat (Barcelona) y una idea: bajar por toda la costa mediterránea parando por todos los parques acuáticos, temáticos, esporádicos u oportúnicos, al ritmo que nos diera la vida, y parando a dormir y a comer solo donde nos dejase de dar.
El viaje que voy a relatar lo veníamos esperando con verdadera ansiedad, y es que partíamos a la salida de la última clase (pelota), del tercer trimestre (set) del curso 95-96 (Max-bal!); es decir a las 13,30 del 18 de junio. En el equipaje solo la reserva de la primera noche: tres celdas de la Abadía de Montserrat (Barcelona) y una idea: bajar por toda la costa mediterránea parando por todos los parques acuáticos, temáticos, esporádicos u oportúnicos, al ritmo que nos diera la vida, y parando a dormir y a comer solo donde nos dejase de dar.
Salimos, pues, a medio quitar el uniforme y con la boca llena de bocata de tortilla llegando a Montserrat un poquito tarde, lo suficiente como para tener que despertar a los monjes y pedirles las llaves de las celdas. Así todo, a las 7 de la madrugada del día siguiente -19 de junio- estábamos rezando Laudes, entre otros, con el hermano Joaquín cuya amistad entablamos y que epistolarmente (nosotros con simples cartas) mantenemos. (El hermano Joaquín es un monje de una simpatía y una lucidez mental asombrosas. Cuando le pregunté, ante la foto de sus padres y sus 16 hermanos, si estaban todos vivos me contestó: "Vivo, yo solo... los demás trabajan". ) Montserrat "a pelo" tiene el encanto que se aprecia en las postales y videos editados al efecto. Lo que hay que ir a "ver", lo que verdaderamente tiene interés, es el gregoriano de los monjes y el Sol imponiéndose, de la mano, al silencio y a la noche. El amanecer en Montserrat tiene unos "efectos especiales" que ya quisieran para si Spielberg y George Lucas,... me acordé de la película "Hermano Sol, Hermana Luna", pero, aquí, el "sensourrund" era interior. Las celdas son de una sobriedad total (un poco sucias) y el precio acorde con la sobriedad y con la mugre. Allí pasamos nuestra primera jornada y punto de decisión de hacia donde coger orbita.
En Barcelona visitamos toda la zona de Maremagnum: el Acuarium, los cines tridimensionales y el restaurante de Spielberg (donde nos ahorramos como unas 40.000 Pts. comiendo un bocata de sobrasada en un banco que había fuera). "Barcelona es mejor que Madrid"... mal consuelo cuando no se es del Barsa! y estando Port-Aventura tan cerquita.... no hubo duda... allí nos colocamos hasta que cerraron. Y como fue del Tutuki-splas del último que nos echaron, salimos empapados. Cenamos en una gasolinera -único lugar abierto- y dormimos en el coche dirección Valencia en no se que provincia (mojados). Y es que todos los días, salvo el de Montserrat, estuvieron pasados por agua: playa, piscina, parques acuáticos, lluvia,... incluso el agua llegó a tomar proporciones de drama al tener que sacar a Francisco medio ahogado de una zona prohibida para el baño. Lo sacaron entre dos socorristas, mientras que un tercero sujetaba a Pablo que quería ir. Carmen se me escurrió y contribuyó en la pesca de Fran y en el ahogo de todos. En este viaje perdí 5 kilos, este suceso y la vertiginosa marcha actuaron de dieta. Pero viendo que Mª. Jesús no se arrugaba, me desarrugué y continuamos viaje sin tocar el freno.
Repetimos en el parque acuático de Salou a pesar de que las colas eran descomunales, El de Benidorm, al ser día de lluvia lo conocimos vacío, tan vacío estaba, que parecía que estábamos haciendo algo prohibido, lo cual daba más excitación a los descensos. Los pequeñines disfrutaron hasta rabiar en los juegos de niños para ellos solos ...bajo de la lluvia (había que verles tiritar a última hora de la tarde).
Es de tener en cuenta que muchos parques son auténticos sacaperras para el turista accidental (los que ya han estado, no repiten); en Elche conocimos "Rio Safari" que es un paseo en barquita por unos riachuelos ridículos desde donde se ven ciertas especies de cabras y conejos sucísimos. Uno de ellos mordió a Pablo cuando se estiró para acariciarlo, pero el siguiente conejo, que no tenía culpa de nada, quedó patas arriba derribado por una tabla que había en aquel cascajillo... del que yo no veía el momento de desembarcar. (afortunadamente nadie acusó la baja)
Pasamos seis dias de carretera, de albergues, en traje de baño, sin nada que añadir, incluso sin nada que cambiar... "también Tarzán siempre lleva puesto el mismo..." (llegó a confesar Fran, viendo que en las fotos del verano siempre llevaba puesto lo mismo). Seis dias entre la Costa Brava y la Costa del Sol, que cundieron como todo un largo veraneo (más) y, además, volvimos.... ¡todos!.....Luis
Repetimos en el parque acuático de Salou a pesar de que las colas eran descomunales, El de Benidorm, al ser día de lluvia lo conocimos vacío, tan vacío estaba, que parecía que estábamos haciendo algo prohibido, lo cual daba más excitación a los descensos. Los pequeñines disfrutaron hasta rabiar en los juegos de niños para ellos solos ...bajo de la lluvia (había que verles tiritar a última hora de la tarde).
Es de tener en cuenta que muchos parques son auténticos sacaperras para el turista accidental (los que ya han estado, no repiten); en Elche conocimos "Rio Safari" que es un paseo en barquita por unos riachuelos ridículos desde donde se ven ciertas especies de cabras y conejos sucísimos. Uno de ellos mordió a Pablo cuando se estiró para acariciarlo, pero el siguiente conejo, que no tenía culpa de nada, quedó patas arriba derribado por una tabla que había en aquel cascajillo... del que yo no veía el momento de desembarcar. (afortunadamente nadie acusó la baja)
Pasamos seis dias de carretera, de albergues, en traje de baño, sin nada que añadir, incluso sin nada que cambiar... "también Tarzán siempre lleva puesto el mismo..." (llegó a confesar Fran, viendo que en las fotos del verano siempre llevaba puesto lo mismo). Seis dias entre la Costa Brava y la Costa del Sol, que cundieron como todo un largo veraneo (más) y, además, volvimos.... ¡todos!.....Luis
Jajajajajaja qué diver¡¡
ResponderEliminarYo cuando sea pequeña del todo me voy a ir a vivir a vuestra casa :D
Abracitos
♥
Esos son los mejores veranos Luis! Los que vivimos a la aventura!
ResponderEliminarRecuerdo que a mi me encantaba ir con mis padres y hermanos en la caravana, de camping en camping. Una vez fuimos desde Badajoz a Los Pirineos y fue uno de los mejores viajes que hicimos. Claro que nosotros éramos sólo 4 hermanos y mis padres.
Besos
Divertidisima crónica Luis. Nosotros también somos de parques temáticos y demás chalauras, con tres hijos de tan distintas edades ( nada comparado con lo vuestro, salvo que hay diferencias en años) es dificil darle gusto a todos y en ellos se encuentra , como tú dejas claro, la solución.
ResponderEliminarUn besote
Vuestra ventaja es que, seguramente, podíais montar en todo "acompañados" por alguien...ir en el Dragon Khan al lado de un adolescente desconocido...es, cuanto menos...desconcertante.
ResponderEliminarYo he estado en Port Aventura varias veces...veraneaba por allí...con los niños hemos ido dos veces y nunca podíamos montar en nada Fernando y yo a la vez...y además, es que no podíamos casi ni con los niños, porque con esas barras medidoras...no había forma, demasiado bajitos. Hemos pensado en volver, pero ya cuando tengan al menos pelusilla debajo de la nariz...
Cuando vayáis a visitar a vuestra hija a Pamplona, aprovechad, si es que aún no habéis ido, para visitar el parque Senda Viva, en Tudela. Nosotros estuvimos con motivo del encuentro de las familias...y es una chulada...para grandes y pequeños.
Un abrazo
Hace tiempo que no voy a Port Aventura, leyéndote me han dado ganas de volver.
ResponderEliminarMira que lo pasais bien.
Saludos.
Mª Jesús, os he pasado un Meme...
ResponderEliminarUn abrazo
Los viajes así son los que mejor se disfrutan y quedan para el recuerdo. De camping en una playa andaba yo de pequeña y como me encantaba!!
ResponderEliminarUn abrazo
Salir con los niños a cualquier parte siempre es una aventura y mas aun si se trata de excursiones de este tipo, que divertido!
ResponderEliminarLa semana pasada viaje con tres de mis niños mas pequeños a la capital que se encuentra a 55 km. de donde vvo, lo hice en colectivo, sola con ellos, con el fin de ir a renovarle sus documentos, las aventuras que vivimos ese dia merecen un post, que escribire en estos dias,
Madre mìa, jajajaja!! Casi que me dan ganas de que me aviséis para la próxima excursión. Total, una más..... ;)
ResponderEliminarBesos.
Desde luego teneis un espiritu aventurero digno de envidia.
ResponderEliminarFíjate que desde que lei ayer tu entrada, estoy intentando recordar que hicimos nosotros ese verano y lo unico que recuerdo es que fue el verano que nació la pequeña María, pero no logro recordar que hicimos.
Siempre me han dicho que tengo una memoria prodigiosa, estaré empezando con el alzehimer?
Definitivamente me hago mayor.
Un beso.
Como mucho ese año iriamos al parque de atracciones.
¡Como os lo pasais!¡Que envidia de viaje! esos recuerdo no se olvidan nunca.
ResponderEliminarUnas vacaciones maraqvillosas...¡¡
ResponderEliminarjeje
besotes
no os imagináis la alegría que desprendéis, !!!
ResponderEliminarun beso seguir así
La magnitud de vuestras aventuras no conocen parangón. ¡¡Sois unos verdaderos piratas!! Y unos temerarios, pero ¡benditos temerarios!
ResponderEliminarAmo las vacaciones,... ¡¿Y quién no?! ¡Eso si! Saben mejor después de un buen tiempo trabajando.
ResponderEliminarAmo los parques de diversiones, trato de ir cada año a Disneylandia o Six Flags, California, EUA. Vivo en una ciudad que hace frontera con los "gringos".
Lo primero que llamó la atención cuando visité España, es que muchísimas de sus ciudades estaban "casi vacías". Algunas veces el metro de Madrid era para mi solito, por así decirlo. ¡Y es que en España "son ricos"! Algunos tienen la oportunidad de veranear; sin contar que todo el país esta urbanizado (cuando acá en México hay pobreza extrema).
El caso es que cuando visité León, me impacto que al caminar por sus hermosas calles, las encontraba vacías de gente, la ciudad estaba para mi solo, realmente tranquilizante caminar por ahí. Y bueno, claro que el centro estaba lleno de gente,... ¡Tienen una catedral preciosa!
Desde mi pequeño pueblo desértico, en el norte de México, hasta España, mi madre patria, saludos a todos.