Este finde Pablo invitó a sus hermanos a visitar Milan, el plan
nos incluía, por supuesto, …. a quedarnos en casa para cuidar a los niños. Han sido tres
noches (cuatro días) muy intensos: biberones pañales, y otros cuidados intensivos que ya había olvidado. Vaya nochecitas !. Ha sido agotador, pero delicioso. Tengo pegado en no se que parte de mis sentidos una dulzura... que ha podido con el cabreo de no ir a Milan. Luis
lunes, 24 de noviembre de 2014
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Me encanta la última frase...:-)
ResponderEliminarQue suerte estar con los iaios
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