miércoles, 14 de enero de 2015

Carmen madre

Ayer en la celebración preparamos el personaje de David. Llegó la parte de David y Goliat y todos acabamos preguntándonos ¿quién es mi Goliat? ¿cual es mi gigante monstruoso? Al principio pensaba que era la dichosa oposición, luego que era el tema de ser generosos abriéndose a la vida y permitiendo que un niño nazca, una cuestión muy grande ante la que me siento demasiado pequeña.

Hoy nada más levantarme, como diría el capitán Garfio, tuve una epifanía. Yo soy mi Goliat, y yo soy David. Goliat es mi enorme egoísmo, miYo, mi parte más oscura y tristemente más grande, la que aterra a mi propio marido y a mi misma, mi mister Hyde. Pero soy consciente que también tengo un David, que como en la biblia es muy pequeño pero hermoso, esa parte de mi misma que vive confiada en Dios y que disfruta de la belleza de las cosas, también de la belleza de los demás sin plantearse si esa belleza resalta su propia imperfección, como me sugiere Goliat.

Pues bien, estas partes nunca se me habían manifestado con tanta claridad como durante el embarazo. Me enteré que estaba embarazada en Noviembre, justo dos días después de decidir presentarme a notarías, aún así lloraba de alegría, me sentía fuerte y capaz. Pobre de mi... 
Este mes de diciembre ha sido horrible. La semana que decidí retomar el estudio me levanté entre vómitos y mareos, ´´será un virus´´ pensé. Pero el dichoso virus no se iba, vomitaba como 5 veces al día y cada vez me sentía peor y más decaída. Me invadió un tremendo agotamiento. No podía estudiar (notarías ya está desechada), ni siquiera quería salir a la calle ni levantarme de la cama. Cuando me dí cuenta que todo era por la nena que llevo dentro, rugió Goliat ´´¡quién osa a molestarme!´´. He llegado a entender que una chica en distinta situación y con distinta formación aborte. ``Todos tus proyectos a la basura, todo tu esfuerzo sin recompensa, serás una fracasada y todo el mundo lo verá´´ 
Muchos días con pesadillas de que niños morían porque yo estaba tan cansada que no podía ayudarles y les dejaba morir, que no podía comer porque la comida  me pesaba tanto que se me caía de la boca.. Muchas  mañanas me he levantado escandalizada porque había estado toda la noche entre sueños deseando perder el bebé o que todo hubiese sido un error.
Pero gracias a Dios, si Goliat rugía es porque se sentía amenazado por ti, mi pequeña, que has venido  a hacerme madre, a ayudar a mi David. Poco a poco te siento más cerca, la maternidad se va despertando y te deseo con todo mi corazón, la oposición va perdiendo importancia y me muero por tenerte en brazos y que conozcas a tu papa, ¡ojalá te parezcas a él! Llevo ya varios días que no paro de acariciarte y hablar contigo, cada vez que veo una nenita pienso en como serás tú. Gracias a Dios la maternidad va floreciendo.
Cuando te veo en las ecografías dormidita en mi útero confiando en la mejor parte de tu madre, tu sola consigues que Goliat tenga que recular. 

¿Qué pienso ahora de abrirse a la vida? no tengo ni idea, estoy segura de que no es una ley, pienso que es algo creativo y sobre todo un regalo del cielo. Si alguien me pregunta que haremos tu papa y yo cuando nazcas, le responderé que improvisaremos y que si Dios quiere darte un hermanito pronto más vale que nos vaya regalando la generosidad necesaria para ello... Gracias al cielo, Dios es más respetuoso con la libertad que los hombres.  CARMEN ROA

6 comentarios:

  1. Un besito Carmen eres una madraza. Te deseo lo mejor, lo que ya tienes y lo que ha de venir.

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  2. Preciosa reflexión Carmen!! Desborda sinceridad por los cuatro costados. Enhorabuena y te encomiendo para que todo vaya estupendamente. Un beso!

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  3. Qué sentimiento tan universal! Gracias a Dios...

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  4. GRACIAS por compartir esta experiencia.
    ¡Eres enorme Carmen!

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  5. Ánimo Carmen!!!! Aún no ha nacido la peque y ya estás dando la vida por ella!! :) qué grande es el Señor!!!

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  6. Un día te pregunte: Carmen ¿ que quieres ser cuando seas mayor?,. No me dijiste registradora ni notario me contestaste: de mayor quiero ser madre. Pues bien, te has hecho mayor y has conseguido lo que querías, enhorabuena .

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