lunes, 4 de agosto de 2014

Mi viejo Peter Pan

Hace más de 30 años rescaté a Luis del "país de nunca jamás". Fue una crueldad pero su misión en la vida era la de ser padre y la mía la de acompañarle en esa aventura. Han pasado los años y los niños pero mi viejo Peter Pan sigue derrochando fantasía. Este año decidió hacer realidad un viejo sueño: una casa en el árbol reservada sólo a los más intrépidos. La idea era sencilla: dos troncos y una barandilla, nuestro anciano roble ponía lo demás, pero el carpintero no supo captar la idea y el proyecto se abortó con la primera entrega. ¡No era un chalet elevado, era algo mucho más sencillo, más barato, más rústico!. Quizá otro año encuentre sus pensamientos alegres y... VUELE HASTA LA CIMA DEL ROBLE.

3 comentarios:

  1. Estoy segura que os sobran pensamientos alegres para volar

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  2. Pues algo nos ha debido de contagiar Luis porque yo sigo el blog con el mismo cariño con el que leía los cuentos.
    Gracias por la entrada es muy entrañable. Un abrazo enorme

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  3. Cuando esté lista habrá que ir a conocerla!!! ¡Un abrazo familia!

    Santi Casanova

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