Han pasado los años y el caminar es más lento, pero
el horizonte es más amplio, más abierto.
Afortunadamente seguimos caminando juntos. Cada uno
tiene su paso pero hemos aprendido a esperarnos, a acompañarnos.
Aquellas instantáneas de niños apelotonados para
salir en la foto son cada vez menos frecuentes. La nostalgia de aquellos
momentos se mezcla con la tranquilidad de las escapadas juntos.
Solo Ana, nuestra pequeña, nos acompañó este fin de
semana. "Ya estais mayorines", nos decía.
Es el peso de los años, la carga de la
incertidumbre de la vida de los nuestros, que aunque no dependa de nosotros,
también pesa.
Aún no añoro, prefiero disfrutar de lo que tengo.
¡Cada cosa a su tiempo!
Dentro de nada los niños apelotonados van a ser el presente, Quizás de nietos en lugar de hijos. ¡ Cada cosa a su tiempo! Se os ve bien
ResponderEliminarSuena tan verdadero...Como la vida misma.
ResponderEliminarPaola
El horizonte es más amplio porque no añoráis. Esa es mi
ResponderEliminaropinión. Tenéis una forma de ser muy especial. Muy entrañable pero sin ser ñoños. Todo un arte de vida.
Gracias por dedicarnos vuestro tiempo. Un abrazo muy fuerte
y tanto!! La verdad es que no tenéis pinta de ir despacito... ni mucho menos.
ResponderEliminarUn abrazo!