La cuestión se complica porque Lola -nuestra perra
braco- ha tenido 6 cachorros, respecto a los cuales el papel de Luis es mas bien
de abuelo porque Lola es una madre muy entregada.
Tanta fecundidad ha despertado una nueva infancia y
Luis ha desenterrado su antigua ilusión de construir una cabaña en el árbol con
la disculpa de los nietos.
No se cual debe ser mi postura, de momento me
limito a sonreir, como siempre.
Hace años un obrero, que buscaba en casa
una persona razonable, me preguntó si estaba de acuerdo en construir la pista de
monopatín aprovechando los escombros de la obra como había sugerido
Luis.
Que haga Luis lo que quiera, le contesté y él se
encogió de hombros (eso si, en 20 años de uso no ha habido accidentes graves)
Ahora lo tenemos más fácil porque tenemos un amigo
"chapuzas" que está deseando una disculpa para venir a trabajar al Montico y es
otro ilusionado (o iluso) como Luis.
En fin, ¡bendita juventud! salpicada de cierta
inconsciencia.
Luis es de los míos, moriremos siendo niños.
ResponderEliminarDe pequeños nos llevamos muchas broncas por trastos pero de mayores es una ventaja.
¡¡¡Yo no quiero ser mayor nunca!!!
Qué vais a hacer con los perritos?
Un abrazo muy fuerte para todos y enhorabuena por las bodas y por el peque que ha llegado a la familia. Hacía mucho que no venía por aquí y me ha gustado mucho veros y leeros otra vez.
Jaja, esta mañana hemos estado tratando de salvar a uno de los periquitos recién nacido que no podía levantar el vuelo. Pienso que se ha caído del nido antes de tiempo. Al final lo hemos devuelto al nido y su mami ha vuelto a darle comida. Como verás también tengo historias de animales. Jeje
ResponderEliminarUn abrazo