En la cocina Ana esta haciendo cookies con una amiguita. Se oyen unas risas altísimas, desmesuradas. Me levanto precipitadamente hacia la cocina dispuesta a pedir explicaciones. ¡Que risas son esas!, ¡estáis tontas!.
He frenado a tiempo. El sentido común ha colocado mi alma de vieja en su sitio.
No ríen por nada en concreto, sólo porque están alegres.
A veces pienso: ¡felices ellos que no se enteran de nada! pero lo acertado sería: ¡estúpida yo que no disfruto de la vida que brota a mi alrededor!
Sí, están en una edad en la tienen que reírse sin ton ni son, porque están en una edad estupenda...que luego pasan los años y ya no nos reímos con esa espontaneidad...
ResponderEliminarUn abrazo,
http://quedateenminube.blogspot.com.es/
La foto es preciosa, saber parar a tiempo es una victoria
ResponderEliminarSiiiiiiiii, lo que nos enseñan!
ResponderEliminar¡Cierto! Perdimos la inocencia y con ella parte de lo bueno que tenía la vida.
ResponderEliminarAbrazos
Jajaja Bendita infancia
ResponderEliminarLa sonrisa del día.
ResponderEliminarMª Jesús la reflexión es de una persona sabía y de buen corazón. Me ha gustado. Muchísimas gracias por compartirla.
PD La foto...preciosa
Esas risas van intrínsecamente unidas a su condición de adolescentes. ¡Divino tesoro!
ResponderEliminarEsta niña del primer plano de la foto la tienes repe, he visto otra exactamente igual en tu blog, pero con unos años más. Preciosa entrada, preciosa foto. Enhorabuena!.
ResponderEliminarJajaja!!!! Tu si que me has hecho reír con tu post!!!! Gracias guapa!!
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