Cuando yo tenía 20 años conocí a Mª Jesus que entonces contaba 17. No hubo flechazo
para ninguno de los dos, sin embargo ya nunca nos separarnos
No se en que momento de los 6
años que tardamos en casarnos “empezamos a salir”, no hay fecha, ni aproximada
Empezamos por compartir apuntes
de la Universidad, por intercambiar nuestras visiones de la vida, por una inmensa necesidad interior del uno por
el otro…. y una atracción física que se hacia irresistible, Supongo que entre
aquellas tensiones es donde quedo claro que habíamos “empezamos a salir”. Tuve
que aprender a reconocer que confianzas no podía tener con ella. Saber cuando me
debía ir ya para casa, hasta tragarme esos celos que me sugerían que la falta
de intimidad no aseguraba la relación (asi se me presentaban).
Fueron años duros, muy duros. … Mi
mirada -al renunciar a su cuerpo- buscaba en sus ojos aceptación. El tiempo que
mejor vivimos solo la miraba a los ojos, y me moría deseando que mis hijos los tuvieran
(los mios son pequeños y marrones), y mis hijas aquellas manos (me encanta como gesticula M Jesús).
Su tono de voz, incluso por
teléfono, me producía taquicardia. Mi corazón creció ocupando el sitio que hacían aquellas renuncias.
Hoy sé con absoluta seguridad que la compañía interior que ahora
nos brindamos, ese silencio que nos une, tiene su fundamento en aquellos duros momentos.
Y todo fue por una intuición, hay
pocos argumentos.
En el matrimonio hay más de lo
mismo.
Luis
Luis
Qué bonito!!! Mi sentido del noviazgo es el mismo y creo que es básico y fundamental para un matrimonio duradero.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
http://quedateenminube.blogspot.com.es/
Muy interesante Luis. Siento curiosidad por saber como lo vivió M. Jesús
ResponderEliminarMe encanta.
ResponderEliminarQue Dios os bendiga, familia.
Balbi.
Precioso. Muchas gracias por compartirlo con nosotros.
ResponderEliminarIgual es cierto eso de que el amor existe. Y además enhorabuena porque entré 6000 millones has coincidido con la persona destinada para ti. Da hasta miedo pensarlo.
ResponderEliminarCon la mala pata que tengo yo ¿cómo encontraré a la mía?
De todo corazón, muchas, muchas gracias.
ResponderEliminarPrecioso lo que has escrito Luis. Soy de la opinión de que esa espera merece la pena, claro que sí. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarPrecioso testimonio. Precioso.
ResponderEliminarImprimo y copio para mi hijo.
Gracias.