martes, 14 de mayo de 2013

Romeria en Garabandal


Este finde fuimos a Garabandal, y de vuelta en casa me han preguntado qué necesidad hay de moverse para encontrarnos con Quien está en todas las partes, si además donde realmente debemos encontrarle es en nuestra intimidad.

Lo cierto es que después de cada encuentro de la juventud con el Papa, después de cada romería a Fátima, de los múltiples Caminos a Santiago, de los viajes a Medjugorje, Luis y yo descubrimos un nuevo filón donde aplicar nuestros esfuerzos, y también perspectiva para deshacernos del mucho lastre acumulado.

Mi vida ordinaria tiende a convertirse en una sucesión de obligaciones que mentalmente voy tachando según voy cumpliendo. Inconscientemente voy pactando con "los hombres grises" (-Momo-) y termino ahogada por el tiempo que desaparece al "rentabilizar" mi actividad

... y necesito renovarme.

No se trata de tomar unas vacaciones o de huir, al contrario, necesito salir al encuentro, recibir “buenas nuevas” para romper los fetiches que estaba construyendo de mi misma y liberarme de esas ideas parásitas que se van filtrando y se proponen regir el comportamiento.

Por eso varias veces al año nos convertimos en peregrinos, dejamos las comodidades de casa, la seguridad de las rutinas... "reseteamos" y enfocamos hacia ese punto de encuentro que nos convoca, porque te ilumina cuando lo miras, porque está en lo alto, porque te llama....

Lo que encuentras, a veces, es más de lo que esperas. Y "los hombres grises" se convierten en lo que son: humo.


3 comentarios:

  1. No hay como una buena romería para sentirnos mejor, especialmente en este mes. Seguro que os sentís renovados en cuerpo y alma, porque veo, que andar, tuvisteis que andar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Sin duda en casa no es lo mismo. El ambiente influye mucho y en estos casos como la finalidad está clara...
    Un abrazo.
    ¿Todo bien?
    ...
    Hace meses.

    ResponderEliminar
  3. Es cierto la Vigen está en cuerpo y alma a los pies de todo Sagrario orando y alabando a su hijo.
    Es un misterio que necesitemos hacer largos viajes para darnos cuenta de ello. Pero es así.

    Un saludo!

    ResponderEliminar