Dejabamos Roma por la noche después de una jornada agotadora, cuando ya en el aeropuerto comprobamos que nuestro vuelo se anunciaba con mucho retraso. Resistí la tentación de dramatizar y conseguí permanecer en silencio apoyada en mi maleta de 20*30*50 (Rayanair)
Pero Manuel y Miguel armados de buen humor encontraron la forma de aprovechar el tiempo. Sacaron sus apuntes de Medicina uno, el cuaderno y la calculadora técnica el otro y, trabajando en el suelo, esperaron pacientemente la salida de nuestro vuelo.
¡Qué alivio! Que lejos están los dias de ! ¿ Falta mucho para llegar...?, ¿cuándo salimos....?. ¡Qué rollo!.
jaja, pues muy bien, hay que sacar lo positivo de cada situación y en vez de quejarse, pues a aprovechar el tiempo, fenomenal! Un saludo!
ResponderEliminarIncluso le vino bien el retraso.
ResponderEliminarPOsitivismo al poder!!
Besos