lunes, 5 de septiembre de 2011

Ruido por fuera Silencio por dentro


Me gustaría tener el calor espiritual que observo en algunos encendidos. ¡Se agradece tanto su compañía cuando se siente frío, oscuridad!. ¡Me reconforta tanto cuando la nada amenaza destruir la fortaleza!.

Sin embargo, perseguir la emoción, el calor o el sentimiento distraen mi vida espiritual, y solo he crecido por dentro cuando he sido fiel a los compromisos contraídos por encima de mis apetencias, de mis sentimientos..., cuando he sido capaz de acallar las disculpas. Quizá por eso me ha confortado tanto el soplo de vida que ha supuesto ver en la JMJ a tantos jóvenes audaces, comprometidos.


Tengo la sensación de que en el último mes he crecido por dentro más que en años; es como si me hubiera quitado la boina, como si me hubiera universalizado. Ha sido un calor que me ha cargado de esperanza.

2 comentarios:

  1. Entiendo tu comentario y lo comparto. Besos

    ResponderEliminar
  2. Todos salimos enriquecidos al comprobar que aunque se diga lo contrario, no estamos solos.
    Ha sido una verdadera lección de vida, amiga.
    Un abrazo, de nuevo ;)

    ResponderEliminar