jueves, 18 de noviembre de 2010

Descubrirse


A veces discutir es inevitable pero entre cónyuges es casi imprescindible

El nacimiento de “lo nuestro” en el matrimonio exige unión, y eso no está ahí el primer día. Al revés, al principio todo lo que tiene de dulce y aparentemente fácil el matrimonio lo tiene por la ignorancia de las dificultades escondidas. Se necesita tiempo para conocer al otro, para sincronizarse y tirar en la misma dirección… todo en medio de descubrimientos muy personales, tan personales como el de llegar a conocerse a uno mismo (… que sorpresa!).

Buscar unión para crear “lo nuestro” es optar por salir de Matrix, de la realidad virtual generada por el ordenador de nuestras mentiras -esas que son invisibles a nuestros propios ojos y que nos permiten ver las cosas para nuestro exclusivo interés- y pasar al mundo real, al del encuentro y de la aceptación, a ese que se refería Morfeo “… solo te estoy ofreciendo la verdad, nada más” cuando le propone tomar la pastilla a Neo

…. aunque para “lo nuestro” la pastilla roja hay que escogerla toooodos los dias.

9 comentarios:

  1. Que razón teneis!!!!!
    La sorpresa de conocerse a uno mismo!!..pasa por infinidad de momentos en los que te encuentras contigo y NO te conoces...pero gracias a la Fé esto se va haciendo mas apasionante cada dia...Me ha encantado la entrada. Gracias

    ResponderEliminar
  2. Yo lo digo siempre, el matrimonio es trabajo primero y más trabajo despuès y se engaña el que crea que no hay que tirar del carro.
    El enamoramiento inicial es peligroso, es peligroso quedarse ahí, en esa etapa en la que todo lo del otro nos parece maravilloso, no hay que engañarse, el otro, como nosotros mismos tiene cosas estupendas y otras que no lo son y amar consiste en aceptar también esas.
    Dicho esto sólo puedo agregar que el matrimonio es para mí el estado perfecto para una pareja que se ama.
    Besos

    Lou

    ResponderEliminar
  3. En el matrimonio se discute, a veces un poco fuerte. En el matrimonio se aceptan defectos, a veces bastante gordos. En el matrimonio se trabaja duro, a veces muy duro. En el matrimonio hay que conquistar a tu pareja casi todos lo días y sentirse conquistado todos los días. En el matrimonio hay que descubrir a otra persona y descubrirse a uno mismo. El matrimonio es un reto maravilloso lleno de sorpresas que nos hacen sentir vivos, porque la vida es para vivirla. Y sentirse vivo, a veces, requiere serios esfuerzos, que al final resultan ser un premio. El matrimonio es un regalo de Dios que nos ha creado como hombres y mujeres.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta la última frase de Interruptor. Sea como sea, el amor no es ciego. Ve más allá de lo que ven los otros y descubre dones y virtudes en la persona amada.

    ResponderEliminar
  5. M" Jesús, no sé por qué tu blog no sube en el blogrroll cuando actualizas. ¿Cuál puede ser la razón? Un beso!

    ResponderEliminar
  6. gracias por su compartir que Dios los bendiga siempre un saludo en Cristo Jesús

    ResponderEliminar
  7. Una vez un amigo me comentó que su abuela había muerto… de risa. Muy dignamente, ¡sí señor! Pero… de risa. Ahora nuestros politiquillos de turno, en concreto uno al que el turno le está durando bastante, vuelven a sacar a la palestra lo que llaman ‘muerte digna’. Parece ser que el que se muere sin pedir que lo maten, no muere dignamente. Y claro, prestos a solucionarlo, han decidido ‘dignificar la muerte’ cargándose al personal. Según dicen, sólo al personal que lo pida, ¡como si fuéramos a fiarnos de ellos!

    Ese afán por ‘dignificar muertes’ e ‘interrumpir embarazos’ asusta bastante. Tanta compasión por enfermos, ancianos y discapacitados, francamente, no me la creo. ¡Pobre Terri Schiavo! Algunos argüían que su situación era insoportable. Otros, dado que no padecía dolor, sólo pretendían amarla y cuidarla, concepto totalmente alejado del ‘encarnizamiento terapéutico’, de manera que no me vengan ahora diciendo que la intención era mantenerla con vida artificialmente. Pero Terri fue condenada a muerte, ejecutada a base negarle el agua y el alimento. Ya veis qué digno. ¿No os repugna esa compasión que lleva a la gente a matar diciendo que ‘lo hacen por su bien’? Dan ganas de gritar: «¡tío, a mí no me hagas favores! ¿Vale?

    ResponderEliminar
  8. Todos los matrimonios deberían consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Por no decir que también al ES y a todos los santos posibles.

    No es fácil a veces, pero tampoco imposible hacer las cosas bien.
    La pena es que no está "de moda" para determinadas tendencias ideológicas y políticas el matrimonio como Dios manda.

    Quién no tiene las ideas claras se lo cree todo y así nos va.

    ResponderEliminar
  9. Pero... ¿llegamos alguna vez a conocer al otro? No nos conocemos del todo ni siquiera a nosotros mismos.
    Un abrazo M. Jesús

    ResponderEliminar