jueves, 7 de octubre de 2010

La vida, esa Aventura

Encontrar el sentido de la vida equivale a descubrir porqué y para qué estamos aquí. Cada uno tiene que buscar su propio sentido para descubrir la persona que és, que está llamado a ser. Estoy de acuerdo con los comentarios de la entrada anterior, que esto no se puede realizar sino en es sintonía con quien nos ha creado. Y que en mi libertad está buscar y responder.

Confieso que para mi no ha sido muy complicado, pienso que porque nunca fui llamada a nada especial, sino a vivir con ese "sentido de la vida" que fue dado a todos los hombres en el origen: "..crecer y multiplicaros..." formando una familia. (dado a todos "por defecto") y en ese marco he vivido, pretendiendo de modo natural ampliar mis horizontes, mis posibilidades ... creciendo, y dejando el panorama lo más despejado posible a todos los que vienen detrás, empezando por mis hijos (fruto de la multiplicación por amor).

He aprendido que es mejor un paso al frente que quedarse en los "no puedos". Pero sobre todo me he dado cuenta -después de bastantes años- que vivir lo ordinario llevándolo hacia su plenitud es lo más original y extraordinario que puede vivirse.


5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, pero puntualizo, ese paso diario, "palante", siempre "palante".
    Un besote, Amiga.

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  2. “…vivir lo ordinario llevándolo hacia su plenitud…”

    Se parece muchísimo a aquello de “la santificación en los deberes ordinarios del cristiano” que decía San Josemaría.

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  3. El sentido biológico de la vida es obvio. Es instintivo.

    El sentido lógico lo ignoro.

    Besos.

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  4. Excelente, "...mejor un paso al frente..."
    Cierto, ¡ánimo! Paz y Bien

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  5. Las últimas líneas, son la idea principal y fundamental de mi manera de entenderla.
    Un beso.

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