miércoles, 2 de junio de 2010

SOMETIMIENTO O LIBERTAD

Muchas gracias por vuestros ánimos (me encantó la canción), aún estoy flojilla, probablemente por la cantidad de antibióticos que he tomado días atrás.

Me comentaba una amiga que para descansar tengo que liberarme porque Luis me tiene "sometida”. ¡Pobre Luis!, ¡ni siquiera lo consiguió mi padre!.

Ese aparente sometimiento yo creo que es un signo de libertad porque ser libre no es tener el máximo de opciones abiertas sino ejercitar esa la libertad, optar por una de ellas y comportarse en consecuencia con esa opción que libremente has elegido.

Es cierto que procuro tener siempre presente a Luis en mis decisiones, en mis comportamientos, pero no se trata de un sometimiento hacia él sino, muy al contrario, de una actualización de un compromiso por el que me he vinculado de por vida.

Solo quien es libre puede comprometerse. Solo quien es libre puede casarse porque el compromiso matrimonial es un acto de libertad mediante el cual el amor queda comprometido y se convierte en una deuda de amor, en amor debido, que se concreta en derechos y obligaciones porque constituye un vínculo jurídico.

El matrimonio no se basa en la emoción, gracias a Dios, sería agotador. Es un alivio pensar que el otro también se ha comprometido.

Me sorprende la ligereza de algunos esposos (varones o mujeres) que centran la conyugalidad en un “no poner los cuernos” y poco más cuando en realidad se trata de un proyecto cobiográfico para siempre, que determina que todos nuestros actos estén empapados de conyugalidad. Cuando trabajo, cuando descanso, cuando tomo un café o bailo sevillanas también estoy casada.

En definitiva, no me pienso liberar, prefiero ser libre y cumplir mis compromisos o, al menos, intentarlo porque cuesta mucho ser libre respecto a las ataduras de uno mismo.

22 comentarios:

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  2. Me encanta eso que dices: “…procuro tener siempre presente a Luis en mis decisiones, en mis comportamientos…”

    Cuando hablo del matrimonio suelo decir que es “pensar en plural”. Cuando te casas debes dejar de pensar en “quiero”, “me apetece”, “me gustaría” y empezar a pensar en “queremos”, “nos apetece”, “nos gustaría”. Todas tus decisiones implican a otra persona, y digo todas porque hasta la decisión de comprar unos zapatos implica que das una imagen que tu mujer o marido también va a tener porque está contigo.

    Cuando un matrimonio se rompe es porque al menos uno de los dos no “piensa en plural”.

    Y como dices, eso es algo que se elige libremente. Sin libertad no puede haber matrimonio.

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  3. Sí, los antibióticos te pueden dejar el hígado flojo (aunque no se vea en analíticas) por un tiempo y por eso, el cansancio y esos estados de ánimo.
    Si te sientan bien las plantas de herbolario y no tienes problemas de salud que te lo impidan, podrías mirar hierbas para el hígado, para limpiarlo un poco. Puedes consultarlo a tu médico si crees conveniente.
    Quizás sangraste bastante en la cirugía y estés un poquito anémica.
    Un abrazo, me alegro que te gustase la música.

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  4. Entro y veo, además de las maravillosas fotos, que posiblemente has estado pachucha (hace tiempo que no entro -mea culpa-).
    Deseo una buena y pronta recuperación y que sigas dandonos caña a toda la blogosfera, con post como este. En este caso una gran catequesis de la vida conyugal.
    SALUDOS.

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  5. Liberarse de las propias ataduras es casi imposible.

    Besos.

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  6. No sabía que hubieras estado malita. Eso es que de vez en cuando nosotras también necesitamos mimos.
    Preciosas las fotos, preciosa tu libertad...
    Un abrazo

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  7. Me quedo con la frase de que sólo quien es libre puede comprometerse. Es que es así.

    ¡Ánimo y un abrazo!

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  8. Precioso cielo!! y por cierto que no sé que tiene de malo ser sumisa a tu marido, el propio San Pablo nos lo dice en la Carta a los Colosenses (3, 12.21):

    «Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se vuelvan apocados»

    La sumisión por amor es maravillosa, para mí es lo máximo.

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  9. Espero que te recuperes del todo mi niña!!

    Besazos.


    Un abrazo a Fernando por su cumple, muchas felicidades!

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  10. Así se habla!!!!. Da gusto tener amigas con la cabeza tan bien amueblada.Da gusto poder aprender tanto contigo.
    Un besazo enorme Jesusilla.

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  11. OLÉ!
    Ahora aparte: No entiendo cómo un anónimo puede dar consejos a partir de conclusiones absurdas y tan contradictorias.
    Toma lacto-bacilos y Vitamina(s) B, que te cubre de bichitos buenos y cómo organizarte con un mínimo esfuerzo; digo!

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  12. Vuelvo a escribir de nuevo en el blog... y me alegra saber que estás mejor.

    Un besazo

    Ceci

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  13. Recupérate pronto.

    Coincido con Interruptor con la "Téoría de los equipos". EL matrimonio es algo como dos en uno.

    No está muy de moda este concepto dos en uno. Ahora se lleva lo mío, mi independencia, mi tiempo, mi dinero, mis aspiraciones... con este planteamiento no hay quien sea feliz en el matrimonio porque el matrimonio tiene que diluir el yo en un "nosotros". Vamos, que la base del matrimio feliz es la generosidad contraria absolutamente al indivudualismo imperante.

    El matrimonio feliz es el que pasa de las modas- ideológicas,se entiende- porque es una instutición que está muy por encima de todas. Es más o se entiende al 100% o no se entiende en absoluto.

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  14. Mª Jesús, me encantan las entradas que dedicas al matrimonio. Coincido contigo 100%.

    La sumisión, en todo caso, es mutua: Someteos unos a otros en el temor de Dios (Efesios), servíos por amor los unos a los otro (Gálatas), sobrellevad los unos las cargas de los otros (Gálatas), (…) estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros (Filipenses), el amor es servicial (Corintios), sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro (Efesios)…

    Ese ‘sometimiento’ o ‘sumisión’ evangélica se dice para todos, pero pienso que es especialmente aplicable al matrimonio.

    Que te mejores! Un beso!

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  15. A mí me flipan los comments de Elige. Que sabiduría por favor...
    Tiene un "chute" de Espíritu Santo impresionante. Y una formación increíble.

    He vuelto a leer esta entrada, es excelente siempre todo lo que dices del matrimonio.

    Gracias a las dos.

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  16. "Solo quien es libre puede comprometerse. Solo quien es libre puede casarse porque el compromiso matrimonial es un acto de libertad mediante el cual el amor queda comprometido y se convierte en una deuda de amor, en amor debido, que se concreta en derechos y obligaciones porque constituye un vínculo jurídico."

    Me quedo con estas letras, yo no lo hubiera podido expresar mejor.

    Yo tampoco me quiero liberar!!

    Un fuerte abrazo.

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  17. ¿Puede llamarse sometimiento a lo que eliges libremente con plena conciencia?

    El matrimonio es un dar y tomar, regalar y recibir.

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  18. En la búsqueda de estabilidad y seguridad que tiene todo ser humano, podemos ver que comprometerse le es mas natural que no comprometerse. Y es por ésto que alguien puede comprometerse a someterse libremente, por amor y para toda la vida a su esposo. Sometimiento voluntario que NO la exime de sus propias responsabilidades y de ayudar, e incluso orientar y guiar al esposo a buscar el Bien y la verdadera felicidad.

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  19. coincido contigo, no desde la experiencia, pero "siento" que así debería ser.
    sin embargo que dificil es ver eso entre matrimonios. yo por eso cuando alguna pesada me dice "a ver si encuentras un marido", me callo y me muerdo la lengua porque me entran ganas de contestar, "¿te refieres para crear un matrimonio como el tuyo? creemé que me apetece bien poco".
    y de los "otros", de los matrimonios de verdad, por desgracia me tropiezo con pocos.

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  20. Me parece una expresión tan tonta y absurda, esa de "liberarse", a estas alturas. ¿Liberarse de qué? ¿Quién te ha obligado a compartir tu vida con quien lo haces? ¿Lo haces, acaso, con tu enemigo? Fricciones, hay siempre, y las hay, con quienes compartes, pero yo me siento inmensamente feliz, de seguir compartiendo mi vida, después de 16 años casados, con él, y espero poder seguir haciéndolo. Yo creo que cuando hay amor, pero amor de verdad, todo lo demás, sale sólo...

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  21. Se me olvidaba, ¿cómo te encuentras, unos días después de publicar esto?

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  22. (no me refería a la publicación, ¡qué mal expresado!, a los días transcurridos en tu convalecencia...)

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