La noche de Reyes siempre es fantástica, muy larga, agotadora para los Reyes y los que hemos sido designados como sus pajes (lo siento por la Ministra pero el femenino es horrible). Decidí facilitar las cosas y pedir -como primer regalo- a sus Majestades de Oriente energía para llevar a buen término la tarea encomendada. La comida es un poco lío, pero como todos somos "de casa", lo peor y lo mejor es el ruido y las risas. Me gusta recibir a los familiares más próximos que vienen, cual Reyes Magos, cargados de viandas.
La única experiencia negativa de ayer tuvo lugar en la panadería, compré 5 barras grandes y una señora que iba detrás de mi se enfadó porque, según ella, quedaba poco pan para los demás. "Lo siento, señora - la constesté- somos 23 a comer y no puedo llevar menos", "así va España" -protestó-.
La señora de mala leche era bajita y no veía a través del mostrador que las estanterías de abajo estaban repletas de pan, pero, como no tenía ni tiempo ni ganas de discutir, asumí mi parte de culpa en acabar con las existencias alimenticias de la Nación.
En fin, queridos Reyes Magos, os pido mejor humor para todos y para nosotros, si es posible, que nos quedemos como estamos.
GRACIAS
Pide también que la gente no reniegue tanto, digo yo que por el barrio habría otra panadería. Lo pediría yo, pero ya pedí por algo muy importante y no me cabe pedir más.
ResponderEliminarBesos!
jaja, eso pasa en todos sitios. Son gente amargada que se quiere hacer notar, y si encima era bajita... Así se crecía.
ResponderEliminarYo en reyes iba a salir con unos amigos y los niños a cenar por ahí, a mediodía mi hija mayor me dice que ella no ha quedado con nadie y que se queda sola en casa...
Llamé a los amigos, les dije que vinieran a casa, me metí en la cocina, descongelé, cociné alargué mesa, preparé...
y cenamos nueve en donde iba a cenar una.
jaja
¿Te suena?
M Jesús, te mando un enlace a un blog que quiero que visites.
te contaré... y me contarás OK?
Voy para leer tu testimonio, que como te dije en mi blog, no se actualizó.
Besos
Jaja, perdón, no incluí el enlace:
ResponderEliminarhttp://elclerooriental.blogspot.com/
Besos de nuevo
Yo le hubiese contestado igual.
ResponderEliminarBesos.
Que maja la señora.
ResponderEliminarEstá para comérsela, pero de verdad...
Besos.
Ya sé yo por qué no creció más la señora protestona.
ResponderEliminarLo de la ministra, ¡insuperable!
Cuanto veo en la fotografía me recuerda a mi casa en mi niñez. Eramos más o menos la misma cantidad de comensales y... de comer, poco, de reír... hasta desternillarnos.
Un abrazo.
Jajajaja a pues menos mal que sólo eran cinco barras... si le pides una integral, no sé que te hubiese dicho. Ché de esto se aprende!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día de San Raimundo de Peñafort, patrón de los Juristas!!
yo despues de estar hasta las 5 de la mañana preparando mi cuento anual, hubo protestas de todo tipo y yo llorando por los rincones... ni menearlo.
ResponderEliminarHUMORRRRRRRRRRR PARA TODOS, POR FAVOR.
A nuestros Reyes también se les hizo tarde pero luego cundió mucho el día. A comer ese día fuimos sólo 8 pero, para compensar, cenamos veintitantos esta noche... Me uno a la petición de buen humor y empatía, que últimamente, andamos escasitos!
ResponderEliminarBesos y feliz año (casi, que no sé ni si había entrado)
Carmen
Yo también hice de paje y no sabes lo que me pasó... de MILAGRO me levanté a media noche a colocarlo todo, del agotamiento que tenía estuve a punto de quedarme dormida. Fueron mis queridas almas del purgatorio las que me arrastraron de la cama, pobre niño mío, casi se queda sin Reyes :S
ResponderEliminar5 barras de pan me parecen pocas para 23!!
Feliz Navidad aún (hasta el domingo), muchos besos.
Para mí es agotador este día. Pero la ilusión que se repira en el ambiente familiar puede más. Yo pasé la noche trabajando. Al llegar a casa a las 7.40, mi esposa dice, vamos a despertarlos. ¿Quiene son los niños de verdad? Ay, que bueno es no querer crecer y seguir siendo Peter Pan. Un beso
ResponderEliminarJajaja... yo me llevé los últimos panes y el último roscón grande que quedaba... La verdad es que siempre dejo todo para el final, pero como siempre llego a tiempo de todo nunca cambio.
ResponderEliminarun beso grande, María Jesús, de Año Nuevo
Mª Jesús, la anécdota de la panadería es… impagable. ¿Así va España? Pues no será por la natalidad… En fin, como siempre que paso por aquí, me he reído por tu forma de sacarle punta a las cosas. Gracias!
ResponderEliminar¡Qué buen humor tienes!. ¡Feliz año!.
ResponderEliminarLa parábola del pan y los peces es toda una enseñanza. Hay comida para todos si unidos trabajan para un bien común sin egoísmos. El Milagro fue que Jesús cambió la forma de pensar del grupo; antes individuos.
ResponderEliminar¡Qué bonito haber sido veintitrés!
P.D.: A que fue alguno menos.