sábado, 21 de noviembre de 2009

Mi Vecina

Ayer volvía a casa con “las piedrecitas del zapato” que no acabo de digerir, caminando sin "salero", sin ganas. … En el portal me crucé con la vecina de abajo, me miró y su sonrisa me trasmitió energía, sentí no haber estado a la altura de ese guiño de alegría; con mi “ausencia" había traicionado su sonrisa. Fue una lección fugaz, "un flasazo” en que vi, sin necesidad de espejo, el careto que llevaba arrastrando. Hay que estar atento porque una sonrisa un “gracias” a veces esconde un soplo del espíritu, una sincera declaración de amistad, que se te ofrece.

Mi vecina me sonrió a pesar de ser “la vecina de abajo”, a pesar del ruido de las lavadoras y secadoras funcionando continuamente, de los lloros de niños amenizando la noche, las duchas continuas desde las 6 de la mañana, “Happyberdytuyues” todos los meses, fiestas que se prolongan a veces hasta la madrugada… balonazos, sartenazos, y otros “azos” que siempre acaban, en susto, ruido o destrozo.

A partir de hoy voy a estar bien despierta para recibir los ánimos de los demás.

¡Gracias vecina!

18 comentarios:

  1. María Jesús, cuando a mí me preguntan (y lo hacen mucho, tal vez por esta soltería irredenta que arrastro, jejeje) qué es lo que busco en una mujer, lo primero que me sale, siempre es "que sonría".

    Personalmente, me encanta la gente que sonríe, hombres y mujeres. Una sonrisa te puede alegrar el día, y lo he comprobado a menudo. De mi padre he heredado (junto con muchas otras cosas) una "manía": ser sociable. Es sorprendente lo que llena el sonreírle a la gente; una palabra amable, una broma... Mi padre habla con todas las cajeras de los supermercados mientras le atienden, y te aseguro que TODAS, cuando él se va, se quedan sonriendo. Y estoy totalmente seguro de que nuestra felicidad depende muchísimo de la capacidad que tengamos de hacer felices a los que nos rodean...

    Por cierto, ya he activado en mi blog lo del e-mail. Como tengo la manía de cambiar las cosas de vez en cuando, no siempr consigo que todo vuelva a funcionar bien a la primera...

    (Y perdón por el tochazo...)

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  2. Pues allá van los míos. Esos flashes nos recuerdan que somos nosotros los que tenemos que girar con el mundo y no al revés.
    Genial
    Besos

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  3. una madre agradecida21 de noviembre de 2009, 3:47

    Querida María Jesús:
    He podido leer entera tu conferencia sobre la moda, gracias al blog SER PERSONA.

    Gracias por hablar del pudor.

    Os tengo entre mis favoritos junta a la Guerrera y Ángelo.
    Gracias por compartir con todos.

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  4. Me encanta sonreir, y la gente que sonríe, y quienes están felices 'sin tener un por qué'.

    Pero es que no hace falta tener 3000 razones ni para ser feliz ni para sonreir, siempre hay una aunque sea.

    Y desde aquí, te envío mi sonrisa virtual :D

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  5. Seguro que a pesar de los "azos" eres una buena vecina...de ahí la sonrisa!.

    Yo procuro ser educada y correcta con algunos vecinos y te juro que a uno me resulta imposible sonreirle! Y no tiene hijos...

    Mmmmm
    Haré ese sacrificio. A partir de ahora...voy a intentar sonreirle.

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  6. Mª Jesús, me ha dado mucha alegría verte en el blog http://serypersona.blogspot.com/

    Y me ha gustado esta entrada: realmente, una sonrisa puede cambiar un día :-)

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  7. Mis vecinos no sonríen.
    Yo tampoco.
    Pero de momento no nos agredimos.
    Veremos...

    Besos.

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  8. Qué cielo tu vecina :)

    Mis vecinos también son agradables, aquí hay buen rollo.

    Besitos!

    PD: He leído tu conferencia entera en el blog que han linkeado. Genial!! gracias tesoro.

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  9. La sonrisa lo cambia todo. En cuanto cambias la cara empiezas ya a cambiar el corazón.

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  10. Además, hablando de moda y de estilo, es la forma más fácil y barata para estar realmente guapos. La sonrisa embellece muchísimo.

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  11. parece mentira pero es verdad que una sonrisa, un gracias... o similares puedan elevar nuestro ascensor emocional.
    Un besin y buen domingo

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  12. Yo soy de las que suele sonreír a la gente, porque no cuesta nada y le puedes alegrar el día a alguien. A demás he notado que casi siempre te corresponden la sonrisa y te sientes mejor.

    Muy maja tu vecina, María Jesús porque por lo que cuentas no debe ser fácil ser tu vecina de abajo. El próximo día le sonríes tu y ya está, no tienes que agobiarte por eso.

    Besos

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  13. no se donde leí que uno no es responsable de la cara que tiene sino de la cara que pone.
    !Bien por tu vecina! a ver si se la presentas a los mios y se les pega algo

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  14. Querida MªJesús no eres la única. Muchas veces cuando llego a casa, tengo una cara tan larga que no digo ni hola!

    Un abrazo!

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  15. Seguro que entiende que un día vengas con cara preocupada por todas las anteriores veces que le has sonreído.
    Lo importante es que se ve que ya tenéis “declarada la amistad”.
    Me pasaré por “Ser persona” para leer tu conferencia.

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  16. Que bonito, Mª Jesús, gracias por recordarnos cosas aparentemente obvias y que olvidamos entre las "penurias" del día a día.

    Yo soy firme defensora de la alegria. Todo puede ser diferente si se hace así. Soy muy plasta y la reivindico de contínuo, a mi hijo y entre amigos, siempre que tengo ocasión.
    Recuerdo una reunión en el cole, nos juntaron a los padres y a los hijos e hicieron una especie de examen de conciencia (eran relamente chiquitines), no me gustó el tono "acusador" y propuse que los padres también se comprometieran ante sus hijos a algo. A trasmitir ALEGRÍA, a enseñarles a hacer todo lo que se supone deben hacer pero siempre con alegría, sino creo que pierde todo valor.
    Yo lo echo mucho de menos, nos pasamos todo el día cumpliendo con obligaciones de todo tipo pero la mayoría de las veces, de morros. ¿que valor tiene entonces?

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  17. ¡Ánimo! :-) Te manda esta sonrisa un "vecino" a 9266 kilómetros de distancia.

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  18. ... Tienes suerte... Cruzarse con esos vecinos, no es tan corriente...
    Un viernes de esos de paseo por la playa, alguien me hizo unas confidencias íntimas. Si te soy sincera, no tenía la predisposición para escucharlas, pero me olvidé de éllo, y lo hice (puedes leerlo)... El viernes pasado, me hizo un comentario expresamente dañino e injustificado, que aún me ronda por la cabeza... Pensé muchas cosas... Hoy, creo que bastante tiene con aguantarse...
    ... Y no sé por qué te cuento esto...
    Un beso.

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