martes, 25 de agosto de 2009

DE BAJON

La proximidad del curso escolar siempre me decae un poquito. Unos se marchan, otros se quedan, las tertulias son más cortas y las excursiones más escasas. Ha sido un verano muy bueno y no me quejo pero este año estoy más "morriñosa" que nunca porque Pablo se independiza. Va a seguir viviendo con sus hermanos en Madrid pero con un trabajo de esos full-time, me debería alegrar porque se ha soltado a volar haciendo tirabuzones en el aire (un buen sueldo y en un trabajo que le gusta). Además le hemos lanzado a la vida laboral después de una revisión completa: dentista, dermatólogo, gafas y lentillas nuevas, incluso varios trajes.... me alegro, pero con tanta morriña.....

Isa lleva un año trabajando, pero vive en casa y a los dos opositores, como estudian lo mismo que yo, les siento muy próximos.

Desde hace años sé que los hijos no son nuestros, al contrario, somos nosotros los que somos suyos, ellos son nuestra vida, pero nosotros no somos la suya que vendrá después, nosotros la veremos desde una segunda fila,

Y hay que enseñarles a despegarse para que puedan aprender a volar.

Empiezo a sentir lo que puede llegar a ser el síndrome de nido vacio.

24 comentarios:

  1. Todavía es pronto para que lo sientas.
    Te queda mucho, y luego vendrán más nietos, etc.
    Todo lo contrario MªJesús.

    Ánimo.

    ResponderEliminar
  2. Sobre todo con tanta gente, una casa tan llena de vida, con tanta sonrisa, alegrías, disgustillos, peleillas, pues lo que puede ser una tropa así. Recuerdo que mi amiga Mamen dice que los matrimonios somos un astillero que fabricamos barcos para después verlos navegar, de nuestro cariño, de nuestro interés de nuestro esfuerzo, dependen que naveguen bien y seguros, y al final somos eso astilleros, que sabemos que tarde o temprano se nos irán, pero por otro lado no te preocupes, que volvemos ¿eh? vaya que si volvemos, y además en mi caso me fui yo y hemos vuelto cinco. Jajaja. Anda animate supermami, que tienes que estar muy orgullosísima de todos ellos. MUCHOS BESOS DE TU AMIGA DE LA ISLA.

    ResponderEliminar
  3. Tu reflexión es profunda. Y demuestra una vez más que vuestra labor de padres ha correspondido a los designios que un día Dios puso en vosotros dejando nada más y nada menos que una vida amada eternamente por El. Quédate con la tarea bien cumplida. Y si quieres quédate con las lágrimas. Jesús también lloró y seguro que más de una vez por los suyos. Felicidades por ser buenos padres

    ResponderEliminar
  4. Una vez me dijeron que la labor de los padres era preparar a sus hijos para valerse por sí mismo lo más pronto posible.
    Supongo que es ese el vértigo que sientes...tomo nota.Bss

    ResponderEliminar
  5. Mª Jesús, mis hijas aún son pequeñas, pero creo firmemente en lo que dices... A pesar de todo, yo también me siento "rara", cuando va acabando Agosto... Siento mitad ganas de que acabe el verano que tánto me cansa, y cierta nostalgia por todo lo que queda atrás, y ya no vuelve a ser igual... (puede ser mejor, incluso, pero no igual). Mi verano ha sido, normalito, pero me empeño en admirar todo lo bueno que nos rodea, y pasar la mirada, más fugaz (lo intento) por lo que me gusta menos...
    ¡Ánimo! Seguro que en cuanto os hagáis a la nueva vida, se van encontrando los tiempos, para todo... (¿cuela?) Un beso grande.

    ResponderEliminar
  6. Verdad del porte de una catedral: somos los padres los que siempre seremos suyos
    ¡Ánimo! los hemos criado bien para que sean libres y lo sabemos...

    ResponderEliminar
  7. Volamos, sí, yo estoy comenzando esa etapa... pero y si te digo que luego repetimos lo que hemos visto en casa y volvemos a nuestra raíces. Y esas raíces las habéis abonado vosotros. En cierta forma, luego volvemos a vosotros... ánimo; no puedo imaginar cómo te sientes, pero sí sé que cada hijo es insustituible y sentir ese síndrome de nido vacío te hace mejor mamá si cabe.
    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Un beso grande morriñosa.
    Ya verás como te haces rápido al nuevo orden que impone este trimestre.
    Te cantaría algo, pero no suena¿no?
    Luisa

    ResponderEliminar
  9. Voy con retraso, tengo que leerme un monton de entradas despacito, lo de la peregrinación, asi que solo decirte que vuelves a donde empezaste, pero poquito a poco, y todo tiene su encanto

    ResponderEliminar
  10. Ay mi niña, buenos días. Te entiendo a la pefección y eso que yo tengo cuarto y mitad que tú de hijos, pero piensa en la apreciación que te hace toro.
    Oye si vas alguna vez por madrid, me encantaría qu me reservaras 5 minutos de tu escasísimo tiempo para acercarme a donde estés y darte un beso, con eso me conformo. el otro día un compañero bloguero decía qe llea un momento que deseas que las letras se vuelvan carne para poder palpar con los ojos y con las manos.
    un besazo, guapa... ah, ya he viuelto a mis blogs

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  12. Siempre volvemos, y con añadidos al grupo, orgullosos de seguir el ejemplo que hemos vivido, intentando continuar con el legado precioso que nos dáis.
    Me encanta tu reflexión de que los hijos no son nuestros, cada vez somos más suyos.
    Siempre me aportas algo nuevo y bueno con tus post. Gracias una vez más.
    MªAngeles

    ResponderEliminar
  13. Me suena al síndrome del domingo por la tarde, ese que daba cuando terminaba “la casa de la pradera” y comenzabas a pensar en el cole del día siguiente… ¡Es broma!

    Cada hijo es muy especial y, por muchos que tengas, todos te preocupan al tiempo que deseas que vuelen solos. Como dice Toro, aún te queda para rato! Un beso y mucho ánimo!

    ResponderEliminar
  14. El nombre original de "La casa de la pradera" en inglés era 'Little house', pero se cambió porque en España, y en ese tiempo, no entenderíamos el título.
    Una pequeña casa, es una casa pequeña... una gran casa, no tiene por qué ser una casa grande.
    Melissa, aun siendo ciega, dejó el pequeño gran nido bajo la atenta mirada de sus padres; pensando los 'Ingalls' en ella más que en ellos mismos.

    ResponderEliminar
  15. Cuidado, Mª Jesús. Yo también estoy un poco "plof"con esto del fin del verano, y esta misma mañana me he ido a caminar con mis perros para levantar el ánimo e ir acomodándome a la nueva situación. Tú añades los inicios del "nido vacío", piensa que tus hijos siguen siendo esto- tus hijos- estén en casa o a cierta distancia.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  16. No creo que vuestro nido vaya a estar vacío nunca. Confío en que los Roa Prieto crezcan y se multipliquen... y si tarda mucho en suceder eso ¡para algo estamos los amigos del blog!

    Besos y ánimo

    ResponderEliminar
  17. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  18. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  19. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  20. Al ver tu fotografía en esa terraza, frente al mar y con la Luna, o Venus, brillando en el cielo, me he preguntado ¿pero cómo puede estar de bajón? Más tarde, al leer tu post, te he entendido perfectamente.
    Hace dos años se independizó una de mis hijas, (29 años) y mi reacción fue escribir estos versos:

    ¿POR QUÉ ABANDONAS YA TU NIDO?
    (A mi hija Paula)

    ¿Por qué, dime gorrión, por qué,
    abandonas ya tu nido,
    si apenas sabes volar
    y te acechan mil peligros?

    Si las corrientes te arrastran
    hacia inseguros destinos,
    si solo y desprotegido
    vas buscando nuevo abrigo,

    si la soledad te acongoja,
    si te sientes peregrino,
    si tu rumbo vas buscando,
    si no encuentras tu camino,

    vuelve a tu antigua morada
    vuelve de nuevo a tu nido
    que dos almas que te quieren
    han de llenar tu vacío.

    ResponderEliminar
  21. Pues anda cielo que si tú vas a sufrir el síndrome del nido vacío qué será de mí, que sólo tengo un niño y que encima la mitad del tiempo no vive conmigo :S ...

    Venga ánimo, así tendrás más tiempo para descansar y para dedicarte a Dios, a los demás y a ti misma.

    Te quiero, ya estoy de vuelta en casa.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  22. Vaya, eso nunca me lo había planteado. Yo de momento estoy con el síndrome "sé que pasarán muchos años hasta que vuelva a dormir 8 horas seguidas".
    Sólo sé que la reflexión de "Ángel" me parece la más sensata: Quedarse con el deber cumplido, pero también con las lágrimas. Me parece un dolor tan razonable, que creo que es inevitable, y hasta bueno, pasarlo. Pero cuando ya se ha sentido, entonces llega el momento de mirar hacia delante y ver qué te está proponiendo el Señor ahora. Con tu forma de ser, me imagino que muchas cosas. De todas formas lo bueno de tener tantos niños es que todavía te quedan muchas etapas conocidas por quemar. Aún te queda mucho por tener el nido vacío de verdad!!!

    ResponderEliminar
  23. Qué foto tan adecuada. A mí me pasó un poquillo eso cuando se fue mi hija mayor a Murcia a estudiar, pero entiendo que lo tuyo ya son palabras mayores. Como te comprendo. Pero juegas con la ventaja de que tu nido NUNCA QUEDARÁ VACÍO. Unos se irán, pero llegarán otros.
    La vida es así MJesús.
    Somos afortunadas ;)
    Besos

    ResponderEliminar
  24. Me encanta la foto! es preciosa.
    Decirte que al final aprobé lo que tenía pendiente. Ahora toca currar al tiempo. Un abrazo

    ResponderEliminar