Este fin de semana me dediqué a preparar los trajes que llevarán los niños a la pastorada del cole, eran sencillos y, salvo pequeños detalles, terminé el sábado por la tarde.
El domingo nos levantamos dispuestos a terminar el Belén y los adornos de casa y hacer limpieza y recogida de trastos para dejar la casa preparada para recibir las maletas de los mayores y los regalos de los Reyes. El escuadrón de limpieza, con Luis al frente, funcionaba a la perfección, así que me recluí en la cocina dispuesta a recoger los desayunos y preparar la comida. Opté por un arroz con huevos para terminar pronto y preparar la casa. Tan solo me esmeré en la salsa de tomate. Cuando ya estaba terminando en la cocina un problemilla en la bolsa del aspirador reclamó mi atención, me enredé más de lo previsto y Anita anunció que había humo en la cocina. No fue gran cosa, solo más de un kilo de arroz ahumado que se fue a la basura. Hubiera matado a alguien, pero ¡como no me estrangulara yo!. asi que me dispuse a rascar la cazuela y picar más ajo y cebolla. En media hora no había rastro de mi hazaña, y como teníamos sobras de carne de ayer, freí dieciseis huevos (¡como saltan los condenados!) y comimos tan ricamente.
El domingo nos levantamos dispuestos a terminar el Belén y los adornos de casa y hacer limpieza y recogida de trastos para dejar la casa preparada para recibir las maletas de los mayores y los regalos de los Reyes. El escuadrón de limpieza, con Luis al frente, funcionaba a la perfección, así que me recluí en la cocina dispuesta a recoger los desayunos y preparar la comida. Opté por un arroz con huevos para terminar pronto y preparar la casa. Tan solo me esmeré en la salsa de tomate. Cuando ya estaba terminando en la cocina un problemilla en la bolsa del aspirador reclamó mi atención, me enredé más de lo previsto y Anita anunció que había humo en la cocina. No fue gran cosa, solo más de un kilo de arroz ahumado que se fue a la basura. Hubiera matado a alguien, pero ¡como no me estrangulara yo!. asi que me dispuse a rascar la cazuela y picar más ajo y cebolla. En media hora no había rastro de mi hazaña, y como teníamos sobras de carne de ayer, freí dieciseis huevos (¡como saltan los condenados!) y comimos tan ricamente.
El Belén, con la ayuda de la tía -que comió con nosotros-, quedó precioso, solo falta el castillo de Herodes que, como amenazaba ruina, lo demolimos el año pasado. No hemos encontrado aún un castillo, no se si será porque como está generalizada la matanza de inocentes han decidido retirarlos del mercado.
Poco después de comer nos dimos cuenta de que los ángeles también estaban decorando nuestra ciudad y el ambiente navideño se respiraba en los copos de nieve que alfombraban las calles. Los niños se armaron con botas, guantes y gorros y bajaron a tirar bolas; los pequeños subieron llorando, como era de suponer.
Entre tanto, Fer anunció que venía por la noche con muletas porque había tenido un percance en el partido de fútbol; y es que a los Roas nos pasa como a las folclóricas, lo damos todo y pasa lo que pasa. Estoy escribiendo estas líneas a la una de la madrugada mientras espero la llegada de su autobús que viene con retraso por la nieve; Luis, que tiene que llevar a trabajar a Isa a las siete, se acostó a las doce con el móvil para ir a buscarle a la estación cuando le avisase...,
En este momento (son las dos y pico) entra Fernando, había quedado en llamar cuando estuviera cerca, pero no quiso despertar a su padre y pensaba pillarnos a todos dormidos. Llega con las muletas llenas de nieve y es que como ya os había dicho Fernando es uno de los 300 espartanos que aún perduran a lo largo de la historia; ya veremos que pasa mañana con su tobillo.
Nos espera la Navidad entre el trabajo, las fiestas del cole, el preparativo de comidas y Reyes, pero, afortunadamente el Adviento entona la espera. Me siento feliz. María Jesús
La verdad es que me encantaría tener tu energía...¿Qué vitaminas tomas?...Tiene que ser algo, porque veo que es de familia...
ResponderEliminarSupongo que es uno de esos secrtos de Arcano que sólo se transmiten de generación en generación.
¡Vaya foto! Me han contado que estáis con nieve hasta la rodilla...nosotros de refilón hemos visto algún copillo...pero nada...por aquí, frío light.
Muchos besos, me alegro de que estés tan feliz...ultimamente te echába de menos.
Estaba pensando si a Fer no le interesaría venir al Barça. Hacen falta espartanos así.
ResponderEliminarBesos.
Lo de diez y seis huevos me mato! ja ja ja Y yo que hago escandalo cuando frio 8 huevos!
ResponderEliminarOjala que Fer estee ya bien para navidad y que valiente es!
Me encanta leer tus historias. Cuando empiezo el post, me voy imaginando todo lo que cuentas, tan cotidiano y a la vez tan especial. Veo a los niños, la aspiradora, el jaleo y tu cara después de ver el arroz :-(
ResponderEliminar16 huevos??? Es una pasada. yo acabo de comprar 6 y me duran entre 2 y 3 semanas, jeje.
Feliz adviento, Maria Jesús.
Muchos besos
Querida maría jesús, me ha encantado este post de madrugada y nevado, es precioso y natural como la vida misma. Lo de los huevos me troncha y me recuerda cuando alguien me decía: "Mujer fries unos huevos y listo!" si, si listo cuando son cuatro o seis...
ResponderEliminarOtra cosa como me dijiste que te gusta la polémica te he citado en //consinnada.blogspot.com/ para que respondas a un Meme Navideño que precisamente me envío Desire.
Te lo he pasado a tí porque sé que no tienes nada que hacer.
Un besito y no me lo agradezcas porque lo hago sin malicia
"no se si será porque como está generalizada la matanza de inocentes han decidido retirarlos del mercado."- Lo estarán sustituyendo por casa de pisos y/o urbanizaciones modernas.
ResponderEliminarImpresionante fotografía!. El adviento nevado tiene su encanto aunque siempre me he preguntado si nevaría en Belén.
Nosotros ya hemos quemado una de las cuatro velas del adviento. La sustituyó otra de cumpleaños que se comsumión enseguida. Estas velas que no duran nada...
que bonito, casero, como en familia lo siento, y me siento :).
ResponderEliminarYo también ando de decoraciones y pensando menus...
jeje(Se admiten sugerencias).
Nosotros Navidad en Madrid y el resto aquí...
Besos
Pobre Fer...
ResponderEliminarJusto ahora en Navidad.
Decirle que se mejore pronto, que si no es muy costoso abrir los regalos...
BEsotes
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna buena crónica de finde. Te ha quedado real como la vida misma. A mí me da tanto coraje quedarme sin huevos suficientes, que ya compro las docenas de tres en tres... Y aún así, hay que tener cuidado con Judith, que se sube a la escalerita y abre el frigo. Cuando menos me la espero, la veo haciendo su propia tortilla en el suelo.
ResponderEliminarBesos.
Te sientes feliz y se te siente feliz en este relato, Mª Jesús. Bueno, no sólo en éste...
ResponderEliminarEl relato es entretenido e interesante pero el susto que me has dado cuando hablas de un problemilla en la bolsa, no te lo puedes ni imaginar. Inmediatamente pensé ¿otro?... menos mal que continué leyendo y vi que se trataba de la bolsa del aspirador.
Te ruego Mª Jesús que controles tus palabras que la crisis nos está dando muchos sustos.
Un saludo.
Claro que te sientes feliz
ResponderEliminarvenciendo estos obstáculos
cotidianos,con tu entereza
y deseos de comerte el mundo
por la vida y por los tuyos!
Preciosa eres Mª Jesús
♥♥♥besos♥♥♥
Pues sabes que te digo, que yo también soy muy feliz, me encanta la Navidad, me encanta el Adviento. Y me ha encantado tu post.
ResponderEliminarUn besazo preciosa, desde Cádiz.
Me da mucha paz leerte MªJesús... preciosa imagen de San Marcos nevado. Anoche llamé a mamá al ver en las noticias Valladolid nevado, me dio mucha envidia.
ResponderEliminarBuen día
Que bello escrito , me encanto vos debes ser como yo, trabajando a toda hora , Y en el último ratito que te queda agrarras la pc para escribir un poquito y relajarte para domir , porque a la mañana siguiente todo vuelve a empezar!
ResponderEliminarEspero que Fer este bien!
Besitos María Jesus que tengas un hermoso día:)
Muchos recuerdos, familia, en estos días preñados de esperanza
ResponderEliminarY, a lo que se ve, de nieve. Estupendo, eso hace que la familia se "apriete" aún más, si cabe.
Un abrazo.
Mejórate pronto, Fer.
Qué suerte que vayáis a pasar la Navidad todos juntos.
ResponderEliminarA mi este año me espera una buena movidita, no sé ni qué vamos a hacer. Mis padres se han separado hace 2 semanas con casi 70 años... Muy fuerte :| Yo casi que me voy a ir a Cádiz a casa de mi mejor amiga e igual ni vuelvo en todas las fiestas.
En fin... la vida, que como decía mi abuela materna con casi 90 años, es muy "rara".
Qué bonito está León.
Un beso muy grande a cada uno.
Con ese frio que denuncia la nieve y ese cariño que os teneis toda la familia, todo junto hará que os acerquis unos a otros para vivir la unidad que piden estos dias de Navidad.
ResponderEliminarCon cariño
A esto se llama estar en perfecto orden de batalla o tener las lamparas llenas de aceite a la espera del Esposo.
ResponderEliminarUn abrazo en +XM
Encontré HOY un comentario en un post antiguo donde me preguntas si las fotos son mías.
ResponderEliminarTodas las fotos de mi blog son mías.
Un beso y muchas gracias por visitarme.
Con mis mayores deseos de que pases tú
ResponderEliminary tu familia unas felices Navidades.
Un abrazo
VILLANCICO DE NAVIDAD
Fue un día veinticinco de Diciembre,
cuando nació el Niño Jesús en Belén,
¡Qué frío más grande el de aquella noche!
se helaron los charcos y el pozo también.
María y José cantaban al Niño
canciones más viejas que Matusalén
y los pastorcillos con gracia sonaban
zambombas, panderos y hasta la sartén.
Mientras la mula y el buey resoplaban
y daban calor al Rey en los pies,
los Magos le dieron valiosos regalos
de oro, incienso, mirra y dijeron, amén.
Una estrella brillaba en el cielo
que iluminaba toda Jerusalén,
¡anuncio de Dios que a todos traía
un mensaje de amor, de paz y de bien!...
Terly