martes, 6 de octubre de 2015

Teresa pidiendo por Teresita

Ayer salía yo de mi colegio mayor rumbo a la ermita, resignada a completar el cupo del día con mi rosario. Ya le iba avisando por la cuesta a Ella, hoy lo rezo rapidito que hace fresquito y ya si eso hablamos mañana...

Subiendo los peldaños enrroscada en mi bufanda, ya había anochecido, creo ver a mi amigo por el reflejo de las farolas con un desconocido los dos rosario en mano, también a la faena.
Paso delante sonriendo a mi amigo, pero es el desconocido quien me habla, qué tal tu sobrina Teresita?
Me acerqué disimuladamente a su cara, fruncí el ceño, mmm... otro pasito pa'lante.. pero no, ni idea, era un completo desconocido. 
Debió pensar que era un poco lenta (y es que solo me faltó apuntarle con la luz del móvil en la cara) así que siguió él; sonrió y me dijo que desde que le comenté a mi amigo lo de mi sobrina Teresita, rezaban ahí todos los días por ella.


Hacía ya  un par de semanas que se lo había comentado a mi amigo, así que Teresita, hace ya un par de semanas que has conseguido otros dos constantes ante Ella que se unen a nosotros, espero verte sonriente en cuanto vaya a León pues me piden noticias tuyas.
Por cierto, al final aguanté el fresquiviris hasta que me cerraron Goimendi, la Virgen sabe bien que los horarios no los cambia ni ella.   Teresa Roa

2 comentarios:

  1. Que suerte tener una tía así alegre y sin miedo a los elementos.

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  2. Que suerte tener una tía así alegre y sin miedo a los elementos.

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